La División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) anuló una sanción en contra del Unión Magdalena porque los descargos hechos por el club llegaron a la bandeja de correo no deseado, lo que también se conoce como spam.
El 15 de febrero, el equipo samario recibió en el Estadio Sierra Nevada al Atlético Bucaramanga por la fecha 7 de la Liga Betplay Dimayor. En los minutos finales, luego de que la visita abriera el marcador, algunos hinchas vandálicos del Unión invadieron la cancha para agredir a los futbolistas ‘bananeros’ por los malos resultados durante el año. Esta situación obligó al árbitro a dar por terminado el partido antes de cumplir el tiempo reglamentario.
Debido a estos desmanes, la Comisión Disciplinaria de la Dimayor sancionó al club de Santa Marta con la pérdida del partido por 0-3 y la fijación de dos multas que suman 25 millones de pesos. En esa resolución, se anunció que el Unión Magdalena «guardó silencio ante el traslado de elementos de prueba (…) a fin que aportara sus propios argumentos». Es decir que el ‘Ciclón’ no rindió descargos para defenderse.
Sin embargo, tres días después de la sanción la Dimayor reveló que «los descargos remitidos por el club Unión Magdalena, junto a sus anexos, fueron filtrados por el correo no deseado, dentro de los dos correos electrónicos de dominio @dimayor.com.co a los que fueron remitidos».
Considerando que el Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol establece que «el debido proceso se aplicará en todas las actuaciones de las autoridades y comisiones disciplinarias», y que parte del debido proceso implica que «quien sea investigado disciplinariamente tiene derecho a la defensa y (…) a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra», la Comisión Disciplinaria de la Dimayor anuló la sanción al Unión Magdalena.
Al club de Santa Marta se le violó el debido proceso al no tener en cuenta dentro de la investigación disciplinaria sus descargos, los cuales fueron bien presentados en tiempo y forma, porque se fueron al correo no deseado y no se verificó que pudieran estar en esa bandeja.
Pero más allá de este intríngulis, es claro que las irregularidades presentadas en ese partido ameritaban una sanción para el Unión Magdalena. Esta «dimayorada», como se le dice a los procederes indefendibles de la Dimayor, favoreció al equipo de Santa Marta, que consiguió su ascenso a la primera visión con un escándalo peor que este y que también quedó en la impunidad.