La carta es genuina, es real. Ahora bien, en realidad esa no es la convocatoria definitiva hecha por Néstor Lorenzo, el seleccionador nacional. El documento es lo que popularmente se conoce como un ‘bloqueo’, donde se le avisa al club que los jugadores están en una especie de lista de buena fe para ser convocados.
Lo que pasa es que, según el Reglamento sobre el Estatuto y las Transferencias de Jugadores de la Fifa, en el anexo 1, que trata de la liberación de jugadores para equipos representativos de la asociación (entiéndase, selecciones nacionales), artículo 3 apartado 2, la Federación debe hacer avisar «por escrito al menos 15 días antes del primer día del periodo internacional» para que el futbolista sea liberado por su club. Si no se cumple con ese requisito protocolario, el equipo se puede negar a ceder al jugador.
Dicho periodo internacional empezó el 12 de junio, lunes, cuando inició la concentración de Colombia para enfrentar a Irak (16-06) y Alemania (20-06).
Si se revisa el historial, la convocatoria de Néstor Lorenzo realmente fue anunciada el 5 de junio, mientras que la carta revelada por Alex Blanco es con fecha del 26 de mayo, cumpliendo con las normas para que Atlas liberara a Quiñones en caso de posteriormente fuera convocado, lo cual no ocurrió porque el técnico prefirió a otros centrodelanteros, Mateo Casierra, autor del gol contra los iraquíes, y Rafael Borré.
Suele haber más bloqueados de los que terminan convocando para que, en caso que haya imprevistos, como lesiones, con los jugadores a los que se piensa llamar, el técnico tenga la posibilidad de citar a otros futbolistas de emergencia. Hacer una convocatoria definitiva quince días antes de que empiece el periodo internacional es demasiado precipitado.