El colombiano va de mal en peor
Parecía que el problema era que empezaba los partidos como suplente. Pero ahora el panorama es más oscuro: James Rodríguez se quedó en el banco en el empate sin goles del Rayo Vallecano como visitante contra el Girona en la fecha 7 de LaLiga de España.
Como ya es habitual, el veterano volante cucuteño empezó el juego en la suplencia; lo extraño es que se quedó allí. Resulta muy raro que un futbolista de su categoría ni siquiera tenga unos minutos en el segundo tiempo.
Su club no tuvo la intención de atacar, de buscar decididamente el arco contrario. Prueba de ello es que apenas hizo dos disparos en todo el partido, y ninguno de ellos fue a portería.
Eso no fue grave en la medida que el Rayo logró controlar los intentos ofensivos del Girona para lograr un empate sin goles como visitante. Encarrilla tres partidos sin perder y se ubica en la décima posición, que es muy buena para el modesto equipo de Vallecas.
Los catalanes hicieron once tiros, pero solo uno a portería. Otro disparo pegó en el palo, y lo hizo el colombiano Yaser Asprilla, que sí fue titular. Su compatriota Jhon Solís, como James, se quedó en el banquillo.
Girona quiso atacar, pero no fue eficiente; Rayo ni siquiera lo intentó. En ese orden de ideas, no hubo cabida para James. El próximo partido del equipo de Rodríguez será como visitante contra Real Valladolid en la octava jornada, el sábado a las 11:30 hora colombiana.
¿Qué dijo Íñigo Pérez, su técnico, por no haberlo metido?
“El otro día lo expliqué o lo intenté explicar, para ser claro. Mis cambios siempre van a ir en en la dirección de intentar modificar, alterar el partido en este caso, o que permanezca como está si es que me está gustando. Hoy creía que los jugadores que han entrado eran de otras características para poder sostener un partido que lo estábamos sujetando con pinzas, y a eso se debe”.
