Una goleada histórica que puede ser el punto de inflexión que necesitaba el equipo de Flick para volver a creer que está llegando al nivel para pelear no solo la Liga, sino también en Europa.
Y es que el técnico alemán logró en una misma semana golear a dos de los equipos más grandes de Europa.
Un conjunto liderado por la genialidad de Raphinha, quien por fin explotó en el Barcelona y lo ha hecho con creces.
Ha jugado 10 partidos, ha convertido 6 goles y ha dado 6 asistencias, unos números contundentes que hablan de un jugador al equipo con un cartel muy grande y que no había podido consolidar bunas actuaciones.
Pero ahora, de la mano de Hansi Flick, tiene lo que tanto le faltada para convertirse en unos los mejores.
El brasileño tiene el complemento ideal en ataque, y no podía ser otro diferente al goleador Robert Lewandowski, quien con 14 goles lidera la tabla en solitario seguido por Ayoze Pérez con 7; una diferencia muy alta en apenas 11 partidos.
Además, no podía faltar la calidad y el desparpajo de Yamile Yamal, un niño de 17 años que se divierte en ataque al lado de estos dos monstruos.
Es claro que los jugadores del Barcelona están en un nivel muy alto y convencidos del plan de juego que su entrenador ha diseñado, un plan que ha salido a la perfección frente al Bayern en Champions y el Real Madrid en Liga.
Cuando todos esperaban que el Barcelona tomara precauciones frente a la velocidad de Mbappe y de Vinicius, el alemán los sorprendió a todos planteando un partido similar al ejecutado en la Champions.
El resultado fue magnifico. Lo obligó a jugar en largo, a tener un juego directo que pasaba muy poco por el medio campo, lo que le permitía achicar bien y generar el fuera de juego de Mbappe y Vinicius, tanto que 12 veces cayeron en la trampa planteada por los ‘Culés’.
El primer tiempo el plan funciono y el técnico alemán logró poner a su rival en donde quería tenerlo.
Sin embargo, se dio cuenta que tenía un problema con el espacio que dejaba Fermin y lo corrigió con el ingreso de Frankie De Jong.
Después, con la mayor profundidad que le podría ofrecer Dani Olmo, el resultado no pudo ser mejor y acabaron con la estructura defensiva del Real Madrid.
Generaron centrar la atención en el holandés y obligar al Madrid a pasar más rápido en ataque y abrir más a los centrales, lo que aprovechó Olmo para moverse en ese espacio que se generó y que le permitió pasar con libertad aportando mucho desequilibrio.
Dos cambios que revolucionaron el partido y le permitieron al Barcelona jugar a placer y darle un repaso a los de Ancelotti.
El resultado ya a esta altura es tan solo una anécdota de un juego que dejó grandes sensaciones y puede marcar el destino que un equipo que, bajo las ordenes de un alemán, tiene toda la intención de llevarlo a los lugares de privilegio en los que estuvo y que dejó por la ausencia de Guardiola, las malas decisiones de Bartomeu y el adiós obligado de Leonel Messi por la falta de presupuesto.
Por las toldas blancas todo es decepción, no es fácil perder goleado por su eterno rival y en su propio estadio.
Sin embargo, creo que si es importante analizar que el equipo blanco no viene jugando bien en Liga, ha ganado pero sin que le sobre nada y venía de una remontada frente a un Dortmund que le perdonó la vida y se asustó cuando lo tenía contra las cuerdas; ya sabemos que darle vida a este equipo en Champions es una sentencia de muerte.
Esta goleada sacaría a cualquier técnico, pero con el crédito que tiene el italiano, nada va a pasar, eso sí, es un llamado de atención, especialmente cuando antes del partido Ancelotti decía que era un partido que no le quitaba el sueño y estoy seguro que debe haber dormido muy bien luego de caer humillado y mostrando una cara muy lejana a lo que se esperaba del campeón de la Liga.
Ahora bien, esos créditos le sirven para decir que la ultima vez que fue goleado por el Barcelona gano la Champions; nada está escrito y con seguridad lo puede lograr, pero tendrá que trabajar mucho porque jugando así no va a llegar tan lejos en Europa.
Mauricio León L.