Fútbol en pantalla grande. Por Joshua Green.

Casi un siglo moviéndome al lugar en donde, creía yo, estaba la versión más sublime del deporte que me conquistó. Como se los consigné el mes pasado, soy millonario, o lo fui, cuando se tienen tantos años ya no se es nada, ni rico ni pobre, solo se es viejo y recuerdo que vivo gracias a los dolores y a mi pantalla gigante pegada a una antena en donde puedo seguir viendo fútbol. Vivo sólo, lejos de la gente, veo una vez por mes a alguien que me trae lo necesario para subsistir, las cartas que me envían algunos beneficiados por mis ahorros, que en realidad es el dinero de mis padres que yo no alcancé a gastar pese a miles de viajes por el mundo para ver equipos. No era sólo ver partidos, era quedarme a vivir y volverme experto en la cultura que los movía, conocía la ciudad a profundidad y cuando creía saberlo todo, volvía a tomar camino, acumulé tanta información que casi nunca fue publicada.

Yo tengo un pequeño hilo de vida, estoy conectado con la energía necesaria para prender apagar el televisor, dar algunos pasos entre los tres diferentes ambientes de mi pequeña casa en la montaña y mover mis dedos sobre la máquina de escribir. Sin embargo, a quien engaño, así como tengo un pequeño hilo de vida, solo tengo unos pequeño hilos que me conectan con la realidad. La televisión, el de la tienda de provisiones y el buzón que cada vez está más lleno de telarañas que de cartas.

Para ser sincero yo sólo me dediqué al fútbol, pero este embeleco del siglo XX, hablo del cine porque el rey de los deportes nació en el siglo XIX y no es ningún embeleco, llamó mi atención en menor medida. El periodismo de hoy enumeraría, clasificaría, catalogaría las películas de fútbol, los futbolistas que fueron actores y los actores que fueron futbolistas. Pelé haciendo chilenas en una película de guerra, el boxeador que a veces es pistolero con cara de italiano y otra veces se hace llamar Rambo, atajando un penal a un delantero Nazi, de eso no quisiera escribir y me da pena con la educada señora que se toma la molestia de enviar cartas desde Colombia.

 

Pero si debo confesar que hubo algunos encuentros entre fútbol y cine que quisiera recordar. En los setenta se cambió la percepción del espacio en todas la extensión de la palabra. Stanley Kubrick, un director de cine, estrenó en 1968 la película “2001: Una odisea del espacio”. Este director modificó la forma lineal de contar las historias y con la lente, mostró el espacio exterior, pero también creó imágenes mentales, construyó un inconsciente visual. Con esto y la llegada del hombre a la luna en 1969 vino la revolución de los metros cuadrados. Y esto, ¿qué cuernos tiene que ver con fútbol? Pues en la década del 70, los holandeses acabaron con el fútbol lineal, los caminos cambiaron, las posiciones rotaban, los jugadores variaron los dibujos en el campo y el espacio se convirtió en una superficie dinámica; de hecho los holandeses fueron bautizados como La Naranja Mecánica, que sería otra de las grandes películas de Kubrick en 1971. ¿La luna y el cine inspiraron a Rinus Michels para revolucionar el fútbol? Creo que en esa década, cine, fútbol y muchas actividades humanas se modificaron. David Winner un joven periodista, (bueno para mi todos son jóvenes) escribió un libro que obviamente ya no recuerdo el nombre, en donde consigna que la repartición del espacio en el fútbol, ingeniería, arquitectura y pintura maneja principios similares y que esos lugares son limitados por el equilibrio armónico entre lo individual y lo colectivo en Holanda. En La Naranja Mecánica era tan importante Cruiff como el sistema de ocupación del espacio.

Allen Simonsen. Jugó en el Barcelona de España con los que conquistó en 1982 la Recopa de Europa. Y en el Borussia Monchengladbach.

Pero esto fue muy académico, mejor cierro con una de las mejores anécdotas en el mundo del fútbol cine. El danés Allen Simonsen, ganador de títulos con el Borussia Monchengladbach y el Barcelona, jugaba en 1977 con su Selección un partido amistoso contra Polonia. Luego de un centro, cuando se disponía a cabecear, cayó como si hubiera sido objeto de un disparo. Estuvo algunos minutos tirado en el piso inmóvil, y luego se levantó como si nada. Simonsen estaba siendo filmado para una película llamada “Skytten” y en la historia, el jugador era asesinado por un francotirador.

Mira el video:

Cuando Allen Simonsen se fracturó en la Eurocopa de 1984, lesión que lo sacó del fútbol, algunos pensaron que estaba actuando para otra cinta. Lo recuerdo porque estuve en esos dos partidos y no estaba en una sala de cine.

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