Los 'azucareros' jugaron un buen partido, pero...
El Deportivo Cali jugó un buen partido en su visita al poderoso Corinthians, de Brasil, en la segunda fecha del grupo E de la Copa Libertadores. Sin embargo, terminó perdiendo 1-0 por un insólito autogol de José Caldera.
El club colombiano hizo un buen trabajo para contener el ataque del equipo paulista, y gran parte del mérito lo tuvo del defensa central Guillermo Burdisso. Pero el argentino se lesionó y debió ser sustituido cuando recién empezaba el segundo tiempo. Su reemplazo fue Caldera.
El cordobés, de apenas veinte años de edad, fue víctima de su juventud e inexperiencia en competiciones internacionales.
En el minuto 68, el portero del Cali, Guillermo de Amores, atajó un disparo dando un mal rebote frontal que Caldera debía despejar. El defensor quiso cabecear el balón hacia el tiro de esquina, pero hizo un mal contacto con el esférico y terminó enviándolo hacia su propia puerta.
El cabezazo fue tan extraño que pareciera que él fuese un delantero intentando anotar un gol.
Curiosamente, en el minuto 88 el mismo Caldera tuvo la ocasión de empatar. Le quedó un balón rebotando en el área rival, de frente y muy cerca al arco; estaba solo y cómodo para definir. Ahora sí debía actuar como atacante, pero en esta ocasión se comportó como defensa, porque le pegó al balón durísimo y hacia arriba, como si estuviera ejecutando un rechazo.
El partido se acabó con una dolorosa derrota para el Cali porque un defensa definió como delantero cuando debía despejar el balón, y rechazó como defensa una pelota que debió impactar con ubicación, como lo haría un atacante.
Gracias a que en la primera fecha el Cali había derrotado a Boca Juniors, el conjunto vallecaucano sigue teniendo una buena oportunidad de avanzar a octavos de final en la Libertadores.
