En un embalaje masivo propio de un recorrido llano, el belga Jasper Phillipsen (Alpecin-Deceuninck) ganó la etapa 11 del Tour de France, la carrera de ciclismo más importante del mundo, que no tuvo cambios relevantes en la clasificación general individual.
La jornada se disputó entre las ciudades de Clermont-Ferrad y Moulins, con un trazado de 179,8 kilómetros. Con tres premios de montaña, todos de cuarta categoría, que es la más baja, se esperaba que la fracción se definiera en un esprint.
La fuga estuvo integrada por tres ciclistas, ninguno de ellos importante para la clasificación general: el costarricense Andrey Amador (EF Education-EasyPost), el italiano Daniel Oss (TotalEnergies) y el francés Matis Louvel (Arkéa Samsic).
La escapada nunca tuvo opciones de ganar la etapa, ya que la ventaja sobre un pelotón compacto siempre fue baja. Como esta era la última oportunidad para los velocistas antes del paseo de la victoria llegando a París en la última etapa, los equipos de los embaladores siempre siguieron de cerca a los fugados.
El último sobreviviente de la escapada fue Oss, quien fue cazado a falta de 13 kilómetros a meta y fue reconocido como el más combativo del día.
En los últimos cuatro kilómetros se estiró el pelotón con el Jumbo-Visma a la cabeza trabajando para Wout van Aert, pero el tren de este equipo se desorganizó en el final y el belga no pudo ubicarse bien para lograr la victoria.
El equipo que mejor operó fue el Jayco Alula, que le dejó el esprint servido a Dylan Groenewegen, pero fue superado en los últimos cien metros por Jasper Phillipsen, quien le ganó con más de una bicicleta de ventaja al neerlandés.
Fue la cuarta victoria de etapa para el cómodo líder de la clasificación por puntos, que se afianza como el mejor velocista de esta carrera. Esta vez su exhibición fue mayor considerando que no contó el lanzamiento estelar de Mathieu van der Poel. Se acomodó entre sus rivales y demostró ser el más rápido.
La próxima etapa será de media montaña y se perfila para una victoria de la fuga.