La PGMOL, entidad que maneja el arbitraje en el fútbol de Inglaterra, reveló los audios del VAR en la jugada del gol anulado injustamente al colombiano Luis Díaz, de Liverpool, contra Tottenham Hotspur.
El juez de línea marcó fuera de lugar, una equivocación en caliente que es comprensible. Lo inaceptable es que desde el VOR, donde juzgan con frialdad por las repeticiones desde distintas cámaras, no hubo una corrección a la decisión original.
La PGMOL emitió un comunicado admitiendo el error y disculpándose por el mismo. Liverpool respondió que iba a explorar «la gama de opciones disponibles, dada la clara necesidad de escalamiento y resolución». Eso implicó exigir que se conocieran los audios del VAR en el caso juzgado.
La demanda del club rojo fue satisfecha. La grabación de la conversación en el VOR muestra claramente que la raíz del error fue que los árbitros del sistema tecnológico creyeron desde el principio que Luis Díaz estaba habilitado, y por lo tanto el gol había sido válido. Pero, en realidad, era el revés: el juez central anuló esa anotación porque su asistente levantó la bandera.
Quedó descartado que estuvieran distraídos porque iban revisando otra jugada, que era una teoría. Simplemente, el árbitro del VAR y su asistente no estaban concentrados para ver cuál fue la decisión original del réferi en la cancha ni tuvieron una buena comunicación con él.
Simplemente, desde el VOR le dijeron al juez que el chequeo estaba completo, confirmando su señalamiento de fuera de lugar contra Díaz.
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Si el gol hubiera sido válido, la reanudación del juego habría sido con un saque desde la mitad del campo, pero se hizo con un tiro libre indirecto, como corresponde en un fuera de lugar. Ni viendo eso los jueces del VAR se percataron del error.
Quien notó la equivocación fue el operador de replay, que es quien maneja los equipos audiovisuales en el VOR para que los árbitros puedan ver las jugadas que deben juzgar. Una vez los integrantes de VAR comprendieron su error, dijeron que ya no podían hacer nada porque el juego ya había continuado.