La noche del 16 de agosto de 2005 se encontraron los que son, en opinión de muchos, los mejores futbolistas de la historia Edson Arantes do Nascimento y Diego Armando Maradona. Hoy se cumplen quince años de una maravillosa anécdota entre los dos monstruos del ‘deporte rey’.
El argentino, entre las muchas cosas que hizo después de su retiro de las canchas, fue conductor de televisión. Se debut como host en la pantalla chica fue en el programa «La noche del 10». Para su episodio estreno invitó a Pelé, su gran rival histórico, no en las canchas porque no alcanzaron a competir, sino en los micrófonos. No pocas veces se habían atacado en público con declaraciones peyorativas uno contra otro.
Pero esta vez la charla estaba amena, jovial; era una sociedad del mutuo elogio. Pero fue el brasileño quien hizo el primer cambio de ritmo para atacar a su contertulio. “Quiero que seas sincero conmigo: ¿ustedes colocaron somníferos en el agua de la Selección Brasileña?”, peligroso cambio de orientación.
Pelé se refería al Brasil vs Argentina, protagonizado por Maradona, en octavos de final del Mundial de 1990. Los jugadores de la ‘Canarinha’ en ese partido, especialmente Branco, aseguran que el masajista de la ‘Albiceleste’ aprovechó una atención que debió hacerle a un jugador argentino para llevar a la cancha dos botellas de agua, una de las cuales contenía medicamentos para dormir. Según el reclamo, los argentinos conspiraron para beber agua pura de un recipiente y ofrecerles a sus rivales del agua contaminada, lo que terminó afectando su desempeño en ese juego.
En otro programa de televisión llamado “Mar de Fondo”, Maradona había confesado. “Alguien picó un Rophynol y se pudrió todo. Branco nunca más me saludó después de haber bebido de ese bidón”, había dicho dos meses antes.
Maradona estaba arrinconado contra su arco ante el ataque de Pelé. Tenía dos opciones ante la audiencia de su país: o quedaba con un mentiroso, algo de lo cual siempre se preció no ser, o aceptaba la trampa, con lo cual demeritaba su histórica actuación en ese partido.
El ‘Pelusa’ quiso rechazar; “yo no fui”, dijo. Pero Pelé insistió con su cuestionamiento. “Se dice el pecado, pero no el pecador”, gambeteaba Maradona. Entonces Pelé volvió a meter un pase filtrado en el área rival para buscar el gol. Hasta que… “Yo nunca necesité dormir a nadie para ganar un partido”, contraatacó Maradona, que con esta perla de frase anotó un golazo. Fue ovación de los espectadores en estudio para el Diego, incluyendo el aplauso de Pelé.
