El argentino Ángel Cabrera vuelve a jugar golf luego de estar casi tres años en prisión por delitos relacionados con violencia de género en contra de su expareja, Cecilia Torres.
El cordobés quedó en libertad en agosto y, luego de entrenamientos para recuperar sus golpes tras la inactividad deportiva, jugó su primer torneo la semana pasada. Estuvo en el Abierto del Litoral, realizado en Rosario, ciudad de su país.
El ‘Pato’ estaba esperando volver a ser habilitado por la PGA (Asociación de Golfistas Profesionales), con base en Estados Unidos. Ya recibió la notificación oficial para eso por parte de la mayor carpa de su deporte.
En une entrevista con el medio especializado Golf Digest, Cabrera se mostró muy reflexivo sobre su situación. «Dicen que la cárcel es mala, pero a mí me hizo bien. Ya no busco culpables. Mientras estuve detenido, me di cuenta de que si todavía hubiera estado afuera y me hubiera comportado como lo había hecho, probablemente no estaría vivo ahora», dijo.
Cabrera, sentenciado por los cargos de coacción, lesiones leves, amenazas y desobediencia a la autoridad, expresó gratitud por esa dura experiencia. «Hubo noches en las que me quedé en mi celda agradeciendo a Dios por mi encarcelamiento. Lo que había estado haciendo era una locura», admitió el Pato.
Al argentino de 54 años contó que su cambio está muy motivado por el nacimiento de su hijo mientras estaba en la cárcel y que intentaba practicar sus golpes con un palo de escoba y sin pelotas de golf en la cancha de fútbol de su centro de reclusión.
«Ya pagué mis deudas. Voy a trabajar todo lo duro que pueda para limpiar mi imagen», dijo el campeón de dos torneos major, el Abierto de los Estados Unidos en 2007 y el Masters de Augusta en 2009.