Antes de que el equipo ‘verdolaga’ cobrara un penalti, desde la tribuna sur fue arrojada una botella plástica llena de agua que impactó al juez de línea en la cabeza. El juego se detuvo solo por unos minutos, y continuó porque el agredido así lo quiso.
Probablemente habrá una sanción para el Cali; tal vez impidan la presencia de hinchas en ese sector del estadio en los próximos partidos del club ‘azucarero’ como local. Eso sería muy perjudicial para una institución en crisis económica, pues perdería un buen dinero de la boletería.
El gran problema con esas sanciones es que se castiga al club y a un colectivo de aficionados cuando el culpable de la agresión es un individuo particular. Por eso siempre se ha promovido la individualización de los responsables de la violencia en los estadios, pero poco se hace para lograrlo.
Pera esta vez fue el mismo agresor quien públicamente se presentó como el culpable del golpe a Ruiz. En un video de redes sociales un hincha del Cali reconoció su culpa y expresó su arrepentimiento.
«Yo fui el hincha que cometió el error. Fue un momento de euforia (…) Pido mi disculpas a todos los hinchas, al club y a las autoridades competentes. Lo único que no quiero es que sancionen al club Deportivo Cali ni a la hinchada. Yo estoy aquí dando la cara para hacerme responsable de todos los malos actos», expresó el agresor.
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