Siempre había tenido el sueño de surfear en Nazaré
Matt Formston, un surfista australiano que empezó a perder la vista gradualmente desde los cinco años de edad a causa de una enfermedad genética llamada disftrofia macular, a sus 44 años acaba de alcanzar uno de sus más grandes sueños.
«Como persona ciega, siempre había tenido el sueño de surfear en Nazaré, la ola más grande del mundo y una de las más peligrosas, algo que sabía que no sería posible sin trabajo duro y determinación», cuenta Matt.
Formston, un atleta consagrado, entrenó intensamente para fortalecer su cuerpo y mente contra los fuertes golpes de las olas y las presiones de las mareas. Gracias a su disciplina, este australiano alcanza a contener la respiración bajo el agua hasta por 5 minutos y 40 segundos, algo fundamental para poder sobrevivir entre olas gigantescas.
Este extraordinario deportista ha dedicado su vida a perseguir sus sueños, encontrando la gloria y la realización de las metas que ha alcanzado. La discapacidad jamás ha sido un factor limitante; al contrario, siempre lo ha motivado a superarse. Su fe esta vez lo llevó a mover montañas de agua.
En un mundo oscuro Formston brilla con luz propia, y, en medio de su ceguera, la voluntad y el deseo iluminan su destino. Gran ejemplo da Matt a muchos que gozamos de salud, que podemos apreciar los colores de la naturaleza, y que a veces solo distinguimos los tonos grises y opacos del camino.
Que el espíritu de la navidad reluzca en nuestros corazones con los tonos más radiantes. Que nuestras almas brillen entre matices verdes de esperanza y de superación, y rojos vivos de compasión y generosidad. Sobre todo que entre el azul del cielo y del mar naveguemos siempre firmes por nuestros sueños con gratitud y convicción, en todo momento de la mano celeste del Poder Superior.
El que persevera, sus mejores olas alcanzará.
¡Les deseo una navidad plena!
Nos vemos por un océano armonioso en un próspero 2023.
* Para todo lo relacionado con este deporte, me pueden contactar en Cartagena, en:
ESCUELA DE SURF OHANA
Por: Hugo González Chalela
