Una expulsión diezmó las posibilidades del cuadro culé
En un inicio de Champions League que prometía mucho para el Barcelona, el conjunto culé se topó con una inesperada derrota ante el Mónaco.
Los monegascos se impusieron por 2-1 en un partido marcado por la expulsión temprana de Eric García y la efectividad del equipo local.
La pesadilla para el Barcelona comenzó a los 11 minutos cuando Eric García, en un error compartido con Marc-André ter Stegen, derribó a un jugador del Mónaco dentro del área, dejando a su equipo con un hombre menos. La jugada, considerada como una clara ocasión de gol, no pasó desapercibida para el árbitro, que decretó penalti y expulsión.
Apenas cinco minutos después, el Mónaco aprovechó la superioridad numérica para abrir el marcador. Mahnes Akliouche, con un certero disparo, puso el 1-0 en el marcador, dejando al Barcelona contra las cuerdas. Sin embargo, los culés reaccionaron rápidamente y lograron empatar el partido a los 28 minutos gracias a la joven promesa Lamine Yamal, quien demostró una vez más su gran talento.
En la segunda mitad, el Mónaco volvió a encontrar la ventaja. George Ilenikhena, con un tanto de oportunista, puso el 2-1 definitivo en el marcador, dejando al Barcelona sin opciones de reacción.
Esta derrota supone un duro golpe para el Barcelona, que se vio sorprendido por un Mónaco que supo aprovechar sus oportunidades y jugar con inteligencia. La expulsión de Eric García marcó el devenir del partido y condicionó las aspiraciones del equipo culé en la Champions League.
El conjunto catalán deberá ahora reponerse de este tropiezo y enfocarse en los próximos compromisos para tratar de recuperar el terreno perdido.
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