El Bayern Múnich derrotó 1-0 al Paris Saint-Germain en la final de la Champions League, jugada sin público en Lisboa, logrando así su sexta coronación como campeón de Europa. Los alemanes tienen el mérito adicional de haber ganado todos los partidos que jugaron en esta edición del torneo, siendo el primer equipo en lograrlo.
El primer tiempo fue dominado en el trámite y la posesión por el Bayern, pero los equipos fueron equitativamente peligrosos, ya que ambos dispusieron de tres opciones claras de anotar.
El PSG tuvo un zurdazo rastrero de Neymar atajado por Manuel Neuer, un remate de derecha de Ángel Di María que salió por encima del arco y una pifia de Kylian Mbappé, que estando solo frente al arco le pegó mal a la pelota y se la alcanzó a Neuer. El conjunto alemán tuvo un derechazo mordido de Robert Lewandowski que pegó en el palo, un cabezazo del mismo delantero polaco que fue atajado por Keylor Navas y un potente buscapiés enviado por Serge Gnabry desde la derecha y contenido por el arquero.
El juego en el primer cuarto de hora del complemento fue un poco más lento que en el primer tiempo. Pero en el minuto 59 fue, paradójicamente, un francés quien le amargó la fiesta al equipo de París. Centro bombeado por Joshua Kimmich desde la derecha y cabezazo de Kingsley Coman, cruzado y de pique al suelo, para abrir el marcador en favor de los bávaros.
El PSG lució desorientado tras el gol del Bayern; Di María era el más claro entre los dirigidos por Thomas Tuchel. En el minuto 59, el jugador argentino dio un gran pase para una aparición sorpresiva de Marquinhos en el área rival, pero Manuel Neuer hizo una buena atajada ante el disparo del brasileño.
En el minuto 80 el ‘Fideo’ fue sustituido por Eric Choupo-Moting. El técnico respetó a Mbappé y Neymar, pero prescindió del único jugador claro que tuvo en ataque. Y precisamente el ingresado, que había salvado al PSG en cuartos de final contra Atalanta, se perdió la última opción de empatar, al no alcanzar a desviar un balón disparado al arco por Neymar y desviado por un defensa.
El Bayern aguantó las arremetidas individuales del Paris Saint-Germain y aseguró el título, cerrando una temporada en la que también ganó la Bundesliga y la DFB Pokal.