En medio de la pobreza, cuando tenía hambre, bebía agua e iba a dormir y, con el estómago vacío, encontró su vocación. Repetía, la pobreza inspira la creatividad, y en una canción, Natty Dread, habla de las calles de su barrio, calles en las que nació el reggae.
Antes de animarse a escribir y a tocar, conoció a Desmon Dekker, eran compañeros de trabajo, soldaban en una fábrica, Desmon ya había grabado una canción con una disquera manejada con códigos mafiosos, Beverley´s Records. Bob le siguió los pasos y a los 16 años con un tema llamado “Judge Not” saltó a la industria en 1962. Su canción no tuvo trascendencia, pero mostró gran capacidad para componer. La letra tenía matices revolucionarios, defendía los derechos del individuo y lo mejor, una buena poesía.
Concluyeron que solos no iban a lograr el objetivo y crearon un grupo. Si venían de un barrio sufrido en donde gimen, debía llamarse The Wailers. Ensayaron durante dos años hasta estar listos, el productor tenía la teoría que las estrellas de la música se pierden por miedo y que esta sensación humana había que superarla. Por eso se dedicaron a dar recitales en el cementerio, cantaban sobre tumbas a un auditorio silencioso a las 2 de la mañana.
Ya sin miedo a las almas en pena ni a las almas en éxtasis, The Wailers saltó al escenario y fue un golpe en Jamaica, pero el productor, de apellido Coxsone se quedaba con todas las ganancias, Bob sólo recibía 3 libras por semana, pese a que el primer sencillo “Simmer Down” estuvo en el primer lugar.
Decepcionado con la industria se muda a Estados Unidos donde vivía su mamá, estuvo pensando, trabajando y si, fumando, si quieren saber de eso, cuentan que sembraba su hierva en el patio de la casa. Fue empleado de aseo del Hotel Du Pont, soldador en Chysler y manejó un montacargas. Hay una canción en 1970 que habla de su montacargas llamada “It´s Alright”. Regresó a Jamaica con la idea de armar su propia disquera, lo logra, pero ninguna canción sonaba en la radio. Tenía que comprar o presionar a los hombres de los medios de audio, los más importantes de la época.
Finalmente nada los pudo detener, “The Wailers y Bob Marley”, al que querían bautizar Adam, pero él no lo permitió, se convirtieron en referencia musical. Además le dieron un sonido nuevo al mundo. Hubo un cambio en el ritmo, en la guitarra surgió por accidente un riff, un sonido que creo una ilusión y que queda en evidencia en Duppy Conqueror de 1970.
Pero ese año, 1970 fue muy importante no sólo musicalmente. Bob se enamoró del Brasil campeón y fue a Rio y tuvo el gusto de jugar con Paulo César, uno de los integrantes de ese equipo.