Desde hace varios años, cuando Revista La Liga era todavía un medio impreso, se han destacado en este espacio comunicativo las iniciativas sociales positivas a partir del deporte. Una de ellas ha sido Fútbol Con Corazón, y esta vez hablamos con Carlos Pérez, su director ejecutivo en Colombia.
Esta organización sin ánimo de lucro a veces es confundida como una escuela de fútbol, pero no es así. «Este deporte es la herramienta pedagógica a través de la cual desarrollamos nuestra misión, que es la formación moral, emocional y social de las nuevas generaciones», explica Pérez.
Asegurando que «esta comprobado» el impacto educativo que tiene el deporte más popular del mundo, esta organización fundada hace 14 años ya tiene presencia en doce departamentos de Colombia; también en Estados Unidos y Panamá. Adicionalmente, a través de otras entidades ha desarrollado labores en Guatemala, Ecuador y Argentina.
«Estamos convencidos de que el fútbol permite expandir horizontes», expresa Pérez. Él se refiere a los horizontes geográficos, ya que visualiza un impacto en «distintos continentes», y a los mentales, pues considera que el amor que despierta el fútbol facilita que los niños y adolescentes se abran a las influencias que los rodean en torno a la pelota.
Más allá de una formación en valores éticos como el trabajo el equipo, el respeto al prójimo o la disciplina, el abanico de trabajos de Fútbol Con Corazón también se enfoca en problemáticas y tendencias del mundo moderno. «Trabajamos en un proyecto con la ONU para prevenir la violencia en el norte del Cauca», adelanta Pérez, quien también trabaja en orientar a las nuevas generaciones en materia de «género, migración, juventud, empleabilidad, emprendimiento y cuidado del medioambiente».
Hasta ahora la presencia fuerte de Fútbol Con Corazón ha sido en la Costa Atlántica y Antioquia, pero el panorama avanza al interior para fortalecerse en la capital, bien sea de forma directa o a través del trabajo mancomunado con otras organizaciones.
En lo personal, Carlos Pérez es más que el director ejecutivo; es el eterno enamorado de la causa que hoy lidera. Empezó junto a Samuel Azout cuando este emprendedor social fundó Fútbol Con Corazón, y ha pasado por todos los cargos. Desde hace tres años es el responsable de forjar el corazón de las nueves generaciones colombianas a través del fútbol.
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