Finalmente, James Rodríguez salió del Everton con destino a Catar, algo que en principio parecía insólito, un rumor más, y que se consolidó gracias a las gestiones de su representante, Jorge Mendes, quien siempre ha tenido la capacidad de generar buenos negocios para sus clientes.
Respeto la decisión que tomó James, aunque no la comparto. Creo que, desde el punto de vista personal, está terminando de asegurar su futuro económico, algo que ya tenía resuelto hace mucho tiempo, pero que con este movimiento va a potencializar. Desde el punto de vista profesional, creo que deja una deuda pendiente en un equipo que apostó por él como estrella y le dio todas las condiciones para que triunfara.
Es cierto que las lesiones no le permitieron desplegar todo su potencial, y que la ida de Carlo Ancelotti y posterior llegada de Rafael Benítez condicionaron su estadía en la ciudad de Liverpool, pero también sus acciones afectaron su posibilidad de triunfar en Inglaterra.
Con la llegada de Rafa Benítez y su cuerpo técnico al Everton se abrió un mal recuerdo para James, una relación bastante deteriorada tras paso de este entrenador por el Real Madrid, cuando borró al colombiano de su alineación y demostró que no contaba para él ese estilo de jugador.
Este nuevo capítulo entre el técnico español y el futbolista colombiano podía ser diferente porque James en el Everton era la figura del equipo y tenía el respaldo de los directivos, de la afición y de gran parte de la prensa. Sin embargo, Rodríguez no hizo mucho por cambiar su mala imagen ante Benítez. En la pretemporada jugó un par de partidos donde no demostró al entrenador que debía contar con él. En la cabeza del ‘cafetero’ solo estaba salir de un equipo que tuviera a ese entrenador que no lo quería, por lo que esperaba que su representante lo ubicara en otra liga donde pudiera demostrar su talento con un técnico que sí lo quisiera.
El inicio de la Premier League no fue alentador para James porque en la primera jornada tuvo que ser aislado por una sospecha de COVID-19, así que debió pasar por una cuarentena de dos semanas que luego se juntó con la fecha FIFA. El jugador colombiano no aprovechó el receso para ponerse a punto. Por el contrario, decidió tomarse unos días de vacaciones, algo respetable porque tiene todo el derecho de hacer lo que quiera en su tiempo libre.
Sin embargo, ¿por qué no aprovechó ese tiempo para entrenarse y ponerse a punto buscando que cuando el equipo regresara a trabajos su entrenador lo tuviera en cuenta al verlo en buena condición? Prefirió dedicarse a generar más polémica a través de Twitch y dejar un futuro incierto en su club.
Sigo pensando que Rodríguez tenía el fútbol y la capacidad para triunfar en la liga inglesa. Un jugador con ese talento tiene espacio dentro del sistema táctico que utiliza el técnico español, solo que requiere sacrificio y aporte defensivo. Las carencias del Everton ya se ven; de hecho, fue eliminado en la Copa de la Liga en un partido en el que seguramente James hubiera sido una respuesta.
El tiempo lo dirá, pero me arriesgo a pensar que el proyecto de Benítez en Goodison Park será corto y que la presión de los resultados le va a ir pasando factura. Por ahora todo es alegría porque no se ha enfrentado a rivales del ‘Big Six’, que desnudarán las carencias que tiene el esquema del español.
Espero que James pueda jugar en la liga de Catar y recupere su nivel futbolístico. Ese es el camino que eligió para tener minutos y volver a la Selección, un camino con jugadores que están terminando su carrera y otras promesas que nunca se consolidaron en el futbol mundial. Por el bien del fútbol y de la Selección, ojalá que lo logre y podamos volver a disfrutarlo en la ‘Tricolor’.
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