Hemos vivido un inicio del Giro de Italia muy alentador para Egan Bernal, especialmente porque está recuperando sus sensaciones y su estado de forma es excepcional; ha vuelto a disfrutar sobre la bicicleta. Viene de una temporada muy complicada en el 2020, cuando la pandemia hizo que se sobreentrenara y llegara al Tour de France con muchos kilómetros en las piernas y con un problema de espalda que lo obligó a retirarse de la carrera, impidiéndole disputar el título frente al poderío de los ciclistas eslovenos: Tadej Pogacar y Primoz Roglic.
Egan tomó la decisión de ir al Giro con el objetivo de tomarse una revancha de lo sucedido en 2020. Para esto se ha preparado desde que dejó el Tour, con un plan de entrenamiento enfocado en la recuperación de su espalda, con un gran trabajo mental que le permita determinar hasta dónde puede forzar su cuerpo sin llegar a lesionarse, y con un planteamiento específico que le permitió acumular kilómetros de preparación para retomar la forma que tuvo cuando ganó el Tour en el 2019.
En el inicio del año se le vio muy activo, con excelentes presentaciones en las clásicas que disputó y en la Tirreno-Adriático, donde se reencontró con Pogacar y terminó en el cuarto lugar, mostrando que seguía con una recuperación prometedora. El final de su preparación lo realizó en Colombia, y con bastantes rumores sobre el verdadero estado de su espalda al no asistir a un par de competencias en las que se esperaba que participara como preparación para el Giro.
Lo cierto es que luego de tantos rumores y de no estar en competencia en los últimos meses, el estado de forma que ha mostrado Egan es extraordinario. Todavía falta mucho Giro, pero lo que sí es seguro es que Bernal fue a Italia con la idea realista de ganar la Corsa Rosa y está aprovechando cada oportunidad para irse consolidando como líder de la carrera.
La forma en que está corriendo nos recuerda sus mejores momentos, cuando, con autoridad, ganó el Tour del 2019. Llevamos dos etapas con llegadas en alto y se ha mostrado superior a sus rivales. Pero todavía queda mucha carrera, y Remco Evenepoel es un grandísimo corredor, que seguro va a dar pelea y al que tendrá que seguir atacando para aumentar el tiempo de ventaja de cara a la contrarreloj final, donde el belga es un especialista.
Lo de Egan ilusiona, y es una alegría inmensa verlo en ese nivel, pero debemos ir paso a paso. Tal vez no esperábamos que a esta altura de la carrera ya fuera líder, pero las cosas se han dado de esa manera y tal vez sea más fácil defenderse que estar al acecho. No tengo duda de que Bernal va a seguir buscando oportunidades para atacar a sus rivales y aumentarles diferencias, como se vio en el espectáculo que nos dio el lunes al enfrentarse por una bonificación de tres segundos a Evenepoel.
Este es el ciclismo que todos queremos ver, y ojalá que tanto Egan como Remco puedan mantener este nivel y nos den un gran entretenimiento durante todo el Giro. Por ahora la carrera está abierta, y veremos grandes batallas porque tenemos a dos de los mejores ciclistas disputando la que, para mí, es la carrera más entretenida de las tres grandes, llena de emociones y alternativas. Todo puede pasar y el espectáculo esta asegurado por cuenta de un colombiano y un belga que están dispuestos a darlo todo por hacerse con el título y portar la Maglia Rosa.