Los jugadores colombianos siguen brillando en Latinoamérica, pero no logran abrirse mercado en Europa. Está claro que, aunque se destaquen, tienen un hándicap y es que no son argentinos o brasileños. Por lo tanto, no tienen tanto mercado y necesitan brillar de forma escandalosa en ligas intermedias para despertar el interés de los grandes equipos del continente europeo.
Ya hemos visto a jugadores como Wilmar Barrios, Jorge Carrascal, Mateo Casierra y Jhon Córdoba llegando a equipos rusos donde son valorados por sus capacidades técnicas y su habilidad. Pero, desafortunadamente, los clubes de ese país no son vitrina para dar el salto a otras ligas de mayor nivel. Esta tendencia ha aumentado últimamente porque Rusia ha sido vetado de las competiciones de la Uefa por la guerra iniciada por ese país contra Ucrania.
Barrios, que se fue de Boca Juniors siendo uno de los grandes referentes del equipo y bastión de la Selección Colombia. Con el correr de los años se terminó acomodando a la Liga Premier de Rusia y bajando su desempeño individual. De hecho, hoy ya es suplente de la ‘Tricolor’ y, aparentemente, no tiene opciones de figurar en otro país. Seguramente terminará su carrera en Rusia o regresará a América, tal vez a Colombia para reforzar a uno de los equipos que pueda asumir su salario.
Los casos de Jhon Córdoba y Mateo Casierra pueden ser un poco diferentes porque son dos goleadores que están triunfando en la liga rusa. Sin embargo, parece que su nivel no llama la atención en otros mercados de mayor calidad, y será muy complicado que puedan salir a un fútbol de mayor trascendencia.
El caso más reciente es el de una de las nuevas figuras de la Selección Colombia, Kevin Castaño. Luego de brillar en Águilas Doradas, se fue para el Cruz Azul, de México, y ahora acabó de firmar con el Krasnodar. El tema es que un jugador con semejante talento, que ya es eje de nuestra Selección en el mediocampo, debería tener un mejor mercado.
La pregunta es si esto se debe a las personas que rodean al jugador, si prefieren asegurar un contrato más lucrativo que buscar un mejor futuro futbolístico. Lo más probable es que Castaño se pierda en esa liga, y solo sus buenas actuaciones con la Selección Colombia le podrán ayudar para salir en busca de una mejor experiencia.
La pregunta también debe ser qué está pasando con nuestros nuevos talentos, si están pagando el precio de algunas malas experiencias de otros jugadores que llegaron a la élite europea y no pudieron revalidar sus condiciones. Por ejemplo, esto pasó en España con Jackson Martínez, quien luego de triunfar en Portugal llego al Atlético de Madrid y fue una total decepción.
También hay futbolistas que se han desinflado, como sucedió con Duván Zapata, quien luego de ser considerado uno de los mejores artilleros del Calcio y de tener un valor de mercado muy interesante, terminó recalando en el Torino en busca de minutos. Solo hasta ahora comienza a recuperar la forma.
Analicemos casos más recientes de jugadores colombianos que no logran convertirse en protagonistas de sus equipos. Tenemos el caso de Jhon Jader Duran, quien llegó al Aston Villa como una de las grandes figuras nacientes de nuestro fútbol y todavía no logra consolidarse. No ha podido convencer al técnico Unai Emery y solo aparece de forma esporádica para cerrar partidos o entrar como salvador. Aunque no lo ha hecho mal, es un jugador del que se esperaba mucho más.
Otro caso cercado es el de Yaser Asprilla, un jugador que se fue a Inglaterra con un gran cartel. Si bien solo tenía 19 años, luego de dos temporadas no ha podido demostrar todas sus condiciones. Aunque ha tenido muchos más partidos que Duran, todavía no convence a su entrenador para ser titular indiscutible.
Entonces la pregunta definitiva es qué estamos haciendo mal. ¿Será un tema de los jugadores, o será que se están equivocando en la forma en que deben llegar a Europa? Creo que nuestros jugadores no cuentan con buenos representantes, los cuales prefieren llenarse los bolsillos antes que el bienestar deportivo de los futbolistas.
El camino que se debe seguir es el realizado por Falcao García, Freddy Guarín, James Rodríguez y, recientemente, Luis Díaz. Luego de brillar en Argentina, ellos se fueron a Portugal, un mercado competitivo y que se volvió experta en pulir jugadores para luego venderlos a grandes equipos europeos. Su liga se acomoda muy bien a las condiciones de nuestros jugadores y les da una vitrina muy grande al jugar los torneos europeos.
Entonces, si el camino ya está trazado, ¿por qué se ponen a inventar y se dejan llevar a equipos y ligas donde van a estar cómodos financieramente pero sin relevancia deportiva? Ojalá, por el bien de nuestro fútbol, recuperemos el camino y nuestros futbolísticas sigan demostrando que tienen nivel para estar en los equipos grandes de Europa.