Junior de Barranquilla tenía una obligación, una obligación por la inversión, una obligación por el hecho de representar a Colombia, una obligación por lo que merece como institución.
Se equivocan todos si piensan que así se juega un partido definitivo. Hubo momentos en los que el equipo ‘tiburón’ caminó la cancha. Hay gente que parece que no sabe que está en Junior o que no sabe lo que es estar en una Copa Libertadores.
La mejor muestra de lo que fue el club barranquillero es el primero de los goles que encajó en en el partido de vuelta contra Colo Colo. Ese gol es una vergüenza, es increíble. No le pueden hacer un gol así a un equipo de primera división.
El arquero saca buscando a un jugador que pierde todas las pelotas divididas por falta de capacidad física. Luego el señor Víctor Cantillo le dice a los demás que marquen. En últimas, todos miraron a Lucas Cepeda acercarse y patear con comodidad para vencer al arquero Santiago Mele.
Lo de Junior no se entiende desde la actitud. Carlos Bacca dice que «es muy jodido cuando no dejan el arco en cero. ¿Ustedes vieron quién perdió el duelo aéreo en el segundo gol? El número 70.
Junior debió competir mejor y debió ganar porque tiene una mejor nómina. Pero fue incapaz de mostrar sus cualidades en un momento definitivo como este, en un Estadio Metropolitano donde por fin había buen acompañamiento del público.
Por su parte, Colo Colo, con sus limitaciones, con su perfil terrenal, encaró esta instancia con actitud ganadora. Mostró más huevos, más ganas y más carácter, y por eso está bien clasificado a cuartos de final.
Pero es un equipo promedio de Suramérica. Si me vienen a decir que tiene más historia y por eso ganó, no entiendo nada; no hay punto de comparación entre aquel equipo campeón de 1991 con este. Que no me vengan a decir que en las páginas especializadas en valores está mejor cotizada la plantilla de Colo Colo, o que ya jugó dos finales de Copa Libertadores y Junior no ha jugado ninguna.
Esa no es la explicación de este resultado, la explicación está en los 180 minutos de la serie. El conjunto chileno se repuso a que en esta Copa fue el peor de los segundos, el de más bajo rendimiento en la fase de grupos entre los que pasó a octavos de final, algo que Junior no supo aprovechar.
¿Es que Falcón y Amor son los zagueros centrales que necesita el Real Madrid? Maximiliano Falcón no hizo sino darle oportunidades al Junior de marcar gol, las cuales no fueron aprovechadas. Tras del hecho, él sí les hace un gol.
Si Junior no aprende esta lección, si no barre y trae jugadores que entiendan lo que se juegan cuando tienen puesta la camiseta rojiblanca, no va a pasar nada con este club a nivel internacional. La institución tiene que buscar jugadores que, más allá de calidad, tengan temperamento y garra.
Recuerdo ese acto de presentación de la plantilla con Fuad Char. Esperando la arenga y el aplauso cómplice de futbolistas con hambre de triunfo, el máximo accionista del club dijo: «bueno, vamos Junior a ganar de verdad». Todos se quedaron callados, como si la cosa no fuera con ellos.
Hay que recordar estas decepciones para poder superarlas. No se trata de darse látigo todos los días por lo que pasó ante Colo Colo sino de trabajar pensando que esto no puede volver a pasar.
Una salvedad: ¡qué profesional es Didier Moreno, ese sí sabe lo que es jugar la Copa Libertadores! Es el único que se salva en esta debacle.