Me hace mucha falta ver a mi papá, mis hermanas, mis amigos, mis compañeros de trabajo, en fin… Hay un gran vacío: ausencias signficativas que seguro se identifican con la situación de ustedes, lectores. En un nivel más abajo, pero no menos necesario, me hace falta nuestro fútbol, sobre todo el de la Selección Colombia. Deberíamos estar en Copa América, y ya se hubieran jugado dos fechas de Eliminatorias al Mundial. Extraño el calor de Barranquilla, la llegada al estadio, la locura del hincha caribeño, la subida a la tribuna de prensa, los directos desde el estadio para la televisión y la transmisión por radio desde el interior de ese templo que es el Metropolitano.
Me empieza a faltar esa sensación de que juegue Colombia, este sustillo, ese ‘tensionadito bacano’ del que hablaba ‘Bolillo’ Gómez, la discusión del por qué debe jugar uno o el otro, las famosas previas.
Yo quiero que inicie YA la Eliminatoria, pero no creo que se deba terminar la pandemia por decreto o por orden de la FIFA. Pese al poder de esta entidad, entre sus capacidades aún no ha demostrado acabar con virus, ni siquiera el llamado virus FIFA. Tampoco creo que se deba jugar sin los futbolistas que actúan fuera del continente, propuesta que rueda en forma de rumor en nuestra región. Es urgente que los países de Suramérica controlen el virus y que, con garantías sanitarias, puedan venir todas las estrellas para desarrollar la Eliminatoria normalmente, con público, y para todo eso es imposible que se juegue en 2020.
¿Por qué se debe jugar ya? No hay razón absoluta, se puede atrasar el inicio y abrir en el proximo año más fechas de selecciones nacionales, recordando que el Mundial es a finales de 2022. Sé perfectamente que el año que viene hay Copa América, pero se le debe recordar a la FIFA que un par de copas muy importantes de clubes están sin terminar y que son estos equipos los que finalmente sostienen económicamente al fútbol, son los que pagan el sueldo de los futbolistas. Por eso, este semestre Conmebol debe trabajar arduamente por las ligas locales y por la copas continentales, y recién cope este calendario pensar en las selecciones.
Los viajes entre nuestros países en avión se pueden llegar a dar; están en los protocolos que ya trabajó Conmebol. Se puede armar una burbuja para los equipos que participan de Libertadores y Sudamericana. Pero traer gente de Europa para septiembre es prácticamente imposible.
Si hay Eliminatorias en septiembre con todas las garantías, pues será una gran noticia. Si hay Eliminatorias impuestas, obligadas, sin contemplar los riesgos, será un acto de irresponsabilidad comparado con el torneo de tenis organizado por Novak Djokovic, que ustedes saben cómo terminó.
‘Me muero por ver fútbol de nuestra Selección’; uno puede decir esto de forma figurada, pero también puede afirmar literalmente desde una camilla: ‘me voy a morir por ver fútbol de nuestra Selección’, si irresponsablemente forzamos un hermoso evento como la Eliminatoria sin las condiciones de bioseguridad pertinentes.
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