El bagaje olímpico es tan amplio y con una historia tan rica que resulta pretencioso resumir en un artículo como este todo lo que un fanático del deporte debe saber sobre los Juegos Olímpicos. Pero les contamos algunas cosas interesantes.
En primer lugar, estos son (siguen siendo) los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se llaman así más allá de que por la pandemia hayan debido posponerse un año. Lo mismo sucedió con la Uefa Euro 2020.
Ya que hablamos del nombre del evento, es bueno aclarar que Juegos Olímpicos no son lo mismo que las Olimpiadas, aunque suelan utilizarse como sinónimos. Los Juegos son el programa de competencias con convocatoria mundial en una ciudad, que esta vez es Tokio, mientras que las Olimpiadas son los periodos de cuatro años entre las ediciones de los Juegos, tiempo durante el cual se desarrolla cada ciclo olímpico.
Por otro lado, es bueno saber que se hace referencia a las competencias actuales como Juegos Olímpicos de la Modernidad, que empezaron en 1896. En realidad, la tradición viene de la ciudad griega Olimpia (de ahí el nombre) en la antigüedad, cuando representantes de las diferentes polis se reunían para desarrollar competencias de ejercicio físico.
Los programas de los Juegos han ido cambiando los deportes que incluyen. Solo cinco prácticas han estado presentes en las 32 ediciones de los Olímpicos: atletismo, natación, ciclismo, esgrima y gimnasia. De hecho, para Tokio 2020 entraron cinco nuevos deportes: béisbol, que regresó tras su exclusión en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, karate, escalada deportiva, surf y monopatinaje, mejor conocido como skateboarding.
Los Juegos Olímpicos, bajo los principios del barón francés Pierre de Coubertin, padre del Movimiento Olímpico, debían ser disputados solo por atletas aficionados, amateurs, no con el objetivo voraz de ganar sino con la noble causa de participar con esfuerzo y alegría. Eventualmente, a finales de los ochenta y comienzos de los noventa, el Comité Olímpico Internacional debió permitir que compitieran los profesionales para no perder atención del público porque los mejores deportistas no participaban.
En cuanto a Colombia, destacamos que el primer participante en el gran evento del deporte orbital fue Jorge Perry Villate, quien participó en la maratón de Los Ángeles 1932. En esa época Colombia no tenía Comité Olímpico, pero las autoridades de los Juegos le permitieron competir, incluso financiaron su viaje a Estados Unidos. Solo aguantó diez de los 42 kilómetros de la prueba antes de desmayarse. Tras su regreso a Colombia trabajó como profesor de educación física, y llegó a tener como alumno a Gabriel García Márquez.