Siempre escuchamos personas hablando de ‘desintoxicar’ el organismo, lo cual técnicamente es incorrecto. También escuchamos a otras personas decir que nuestros riñones e hígado son capaces de hacer solos los procesos naturales de desintoxicación, algo que también se queda corto.
¿Por qué?
Nuestro cuerpo realiza diariamente un complejo proceso llamado ‘detoxificación hepática’ y aunque este proceso se realiza en nuestro hígado, él ‘solito’, sin las herramientas nutricionales correctas, no puede hacerlo de la mejor manera.
En el hígado se neutralizan productos tóxicos generados por nuestro organismo o provenientes del medio ambiente. En este proceso se filtra la sangre para eliminar las toxinas, se sintetiza y secreta la bilis llena de colesterol y toxinas solubles en grasa y se descomponen enzimáticamente productos químicos no deseados (Van der Heide, 2019).
La detoxificación implica la participación de 50 a 100 enzimas que se denominan ‘citocromo P450’ y su actividad varía de un individuo a otro según la genética, exposición a toxinas y estado nutricional.
Nutrientes como las vitaminas B2, B3, B6, B12 y ácido fólico, y compuestos como el limoneno, los flavonoides, la curcumina, la piperina y la capsaicina, modulan la actividad de las enzimas P450 haciendo que este proceso se lleve a cabo adecuadamente.
El consumo de frutas, verduras, especias y diferentes tipos de té, hacen parte de una estrategia nutricional muy importante, sencilla y sumamente efectiva.
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