El ciclista colombiano Egan Bernal (Ineos-Grenadiers) tuvo una actuación formidable en la undécima etapa del Giro de Italia, que fue ganada por el suizo Mauro Schmid (Q’hubeka), venciendo en el embalaje al italiano Alessandro Covi (UAE Team Emirates), uno de sus compañeros de fuga.
La exigencia de la jornada radicó en el ‘sterrato‘, como se le dice en italiano al suelo destapado, con 35 kilómetros acumulados a lo largo de cuatro fragmentos. Egan aprovechó su habilidad en esta superficie, derivada de sus inicios como deportista en el ciclomontañismo, para marcar diferencias sobre todos sus rivales por el título.
Con una estrategia muy ofensiva, su equipo aceleró el ritmo en los fragmentos de arenilla para desgastar a los adversarios. Los primeros perjudicados fueron el húngaro Attila Valter (Groupama-FDJ), que era quinto a 45 segundos de Egan, y el irlandés Daniel Martin (Israel Start-Up Nation), octavo a 52.
Cuando Bernal se quedó sin compañeros a su lado, fue él quien tiró del grupo, y eso le sirvió para descolgar al belga Remco Evenepoel (Deceuninck-Quick Step), quien era hasta hoy su mayor rival por el título, pues lo escoltaba en la clasificación, a 14 segundos. Otros afectados por el fuerte paso del zipaquireño fueron el francés Romain Bardet (DSM) y los italianos Vincenzo Nibali y Giulio Ciccone (Trek-Segafredo).
Ya con el lote muy reducido, el ruso Aleksandr Vlasov (Astana) intentó atacar a Egan en los kilómetros finales, pero el colombiano respondió con un contraataque fulminante que dejó cortados a todos sus rivales y le permitió al colombiano llegar a la meta con renta sobre sus adversarios. Este ha sido un gran golpe de autoridad de Bernal, quien se ratifica como amplio favorito para quedarse con la maglia rosa.
La etapa de este jueves será de media montaña, con dos puertos de segunda y dos de tercera categoría. Es un recorrido ideal para la fuga y en el que no debería haber diferencias significativas para la clasificación general.