Para el verdadero amante del deporte, no hay excusas
Muchas disciplinas deportivas suelen estar fuertemente asociadas a una clase socioeconómica. Uno de los casos más marcados es el golf, que es visto como un deporte de ricos.
El golf debe ser jugado en campos cuidadosamente tratados, con una alta inversión de dinero y esfuerzo. Por eso suele jugarse en clubes privados a los cuales solo pueden acceder los socios que hacer sus respectivos aportes financieros.
Pero los colombianos se caracterizan por su inventiva y capacidad de rebusque. Por eso unos pescadores de la Costa Caribe han acondicionado una playa para jugar al golf de manera aficionada y rudimentaria. Así lo mostró Mike Estrada, un creador de contenido audiovisual, en su cuenta de Instagram.
No hay obstáculos de agua; el agua rodea el campo de juego definiendo el fairway. No hay búnkeres de arena; se juega sobre una arena compactada. El green no es verde; el green es gris, como si fuera gray.
Compartiendo los palos, cincuenta personas juegan un torneo recreacional pero altamente competitivo. Para el verdadero amante del deporte no hay excusas.