El Gran Premio de la Toscana será un aliciente para la pésima temporada de Ferrari.
La escudería italiana celebrará su carrera número 1000 en la Gran Carpa del automovilismo mundial y lo hará en casa.
Para dicha celebración, Ferrari cambiará su habitual rojo por un hermoso color “borgoña” en honor al primer monoplaza que compitió en la Fórmula 1, hace ya más de 7 décadas.
Los monoplazas conducidos por el monegasco Charles Leclerc y Sebastian Vettel están muy lejos de los momentos gloriosos que vivió Michael Schumacher en la escuadra de Maranello.