Ídolo cultural, más que deportivo
Diego Maradona es el mayor ídolo en la historia del Club Atlético Boca Juniors, del cual fue un hincha furibundo. Tenía un palco central en la tribuna preferencial de La Bombonera, estadio que él llamo «el templo del fútbol». Es todo un ícono para los ‘Xeneizes’, pero su impacto en ese equipo fue más cultural que deportivo.
En el club más grande de Argentina tuvo dos etapas, y la primera fue en 1981. Tras cinco temporadas en Argentinos Juniors, donde se formó como profesional, jugó un año en Boca, y ahí obtuvo su único título con este club.
Fue el Torneo Metropolitano, como se le llamaba en esta época al Campeonato de Primera División. Empezó el 22 de febrero y terminó en esta fecha, 15 de agosto. Eso significa que hoy se cumple el aniversario 43 del único título de Maradona con la camiseta azul y oro.
En un formato todos contra todos, con ida y vuelta, como funcionan las mejores ligas de Europa actualmente, Boca recibió en la última fecha a Racing. En una época donde los triunfos solo daban dos puntos, los ‘Xeneizes’ tenían 49, dos más que su único contendor por el campeonato, Ferro Carril Oeste, que visitaba al modesto Platense. Una victoria o un empate le aseguraban el título a los ‘Xeneizes’.
En un partido muy disputado, Diego Maradona abrió el marcador en la parte final del primer tiempo venciendo al arquero Alberto Vivalda con un penalti. La falta se la había cometido a él este mismo portero, quien llegaría un año después a Millonarios.
Todo era fiesta en La Bombonera hasta que, en el minuto 88, Ómar Roldán empató el partido en favor de Racing y amenazó el título de Boca porque, en un juego simultáneo, Ferro le ganaba 0-3 a Platense.
Pero los dirigidos por Silvio Marzolini aguantaron en los minutos finales y se consagraron campeones, en su cancha, contra otro equipo grande. En el frío del invierno en el hemisferio sur, es mítica la imagen de Diego cargado en hombros sin camiseta. Es la imagen icónica de su único título en el fútbol argentino.
En ese campeonato fue el mayor goleador de Boca, con 17 anotaciones, una más que Miguel Ángel Brindisi, su gran socio en el ataque de aquel mítico equipo. Los dos jugadores habían llegado ese año y entre ambos marcaron más de la mitad de los 60 goles del club para ser campeón.
El rendimiento de Maradona fue tan bueno que se hizo imposible evitar su salida al fútbol europeo. El Barcelona compró sus derechos deportivos por una cifra que hoy equivaldría a 7,2 millones de euros; fue el fichaje más costoso en la historia del fútbol hasta esa época.
Tras su paso por Europa, el ‘Pelusa’ regresó a Argentina en 1993. Estuvo una temporada en Newell’s Old Boys y regresó a Boca. Esa etapa fue un total fracaso por tres motivos: su pobre condición física, en gran parte asociada a la adicción a la cocaína, una sanción por dopaje y conflictos con la dirigencia del club.
Entre 1995 y 1997 Boca no ganó ningún título con él, que en ese tiempo solo pudo jugar 31 partidos, marcar siete goles y dar siete asistencias.
