Este viernes hay Asamblea Extraordinaria de la División Mayor del Fútbol Colombiano. Los 36 clubes que integran la Dimayor se reúnen con la finalidad de definir el sistema y calendario de competencias del balompié profesional para lo que resta del año.
La propuesta escogida fue la hecha por América, que consiste en reanudar la Liga Betplay Dimayor que se venía jugando en el primer semestre y cancelar la que se había programado originalmente para el segundo. Se continuaría la fase todos contra todos desde la novena fecha, donde quedó el campeonato cuando fue interrumpido por la pandemia del COVID-19. La diferencia es que a las instancias definitivas ya no clasificarían cuatro equipos sino ocho, y los finalistas no se definirían por enfrentamientos directos (semifinales) sino en cuadrangulares.
Para oficializar este formato, es necesario cambiar los estatutos de la Dimayor, pues toca propiciar el marco legal para ajustar las competiciones y reglamentos ante la coyuntura actual.
Un ejemplo de lo anterior es la normatividad en la inscripción de jugadores. Hasta ahora, no se puede jugar para dos equipos en un mismo campeonato; pero es necesario abrir esa ventana porque hay contratos que expiraron a mitad de este año y, como no fueron renovados, los futbolistas pueden ser fichados por otros cubes. Esto genera un conflicto reglamentario porque, si la idea es reanudar la Liga que se venía jugando, quienes cambiaron de club de forma legal no podrían jugar para su nuevo equipo.
Una vez se resuelvan estos asuntos estatutarios, se procedería a oficializar los sistemas de competencia y los calendarios.
La continuidad de Jorge Enrique Vélez
Ante las manifestaciones de muchos clubes pidiendo la salida del presidente de la Dimayor, él se sentó a negociar las condiciones para renunciar. Pero había diferencias muy amplias entre las pretensiones de Vélez y la oferta hecha por los representantes de los cuatro clubes elegidos para discutir este asunto con el cuestionado dirigente. Ante esto, Vélez desistió de renunciar.
Es por eso que en la Asamblea los opositores de Vélez pretenden despedirlo, pero para ello necesitan cambiar democráticamente el orden del día, pues este tema no hace parte de la agenda. Por estatutos, la oposición necesita 24 de los 36 votos, uno por cada club. Si se modifica el orden del día, Vélez sería destituido y solamente se le pagaría lo que exige la ley. En caso contrario, el criticado dirigente continuaría en el cargo.
Según las cartas emitidas por los clubes pidiendo la salida de Vélez, hay una mayoría opositora, pero no se sabe si cuenta con los votos necesarios para cambiar el orden del día. La única certeza es que el ambiente está bastante polarizado en las directivas del fútbol profesional colombiano.
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