Este viernes en la mañana de Colombia (noche de Japón) se realizó la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que estuvo llena de simbolismos y homenajes por el contexto de la pandemia.
El bello acto estuvo marcado por las medidas de bioseguridad frente al COVID-19. Es por eso que no hubo público en el Estadio Olímpico de Tokio y que el desfile de cada país tuvo una reducción de sus participantes entre las delegaciones que son numerosas.
El acto incluyó la modificación del lema olímpico, que siempre había tenido tres componentes netamente deportivos, rapidez, altura y fortaleza, para incluir un elemento ético: inclusión.
En castellano: más rápido, más alto, más fuerte, juntos
En inglés: faster, higher, stronger, together
En latín: sitius, altius, fortius, simul
Otro detalle fue la ausencia de la representación oficial de Rusia, vetada tras el descubrimiento de un sistema masivo de dopaje bajo el amparo de las autoridades deportivas de ese país. Los rusos que participarán en los Juegos lo harán bajo bandera neutral, y así mismo desfilaron.
Hablando del desfile, la mayor peculiaridad fue dada por Argentina. En medio de una ceremonia sobria y con distanciamiento social, la delegación del país del sur de América montó una fiesta, con deportistas abrazados cantando arengas deportivas propias de los argentinos.
Se rindió homenaje a las víctimas del COVID-19, así como a los trabajadores del sector de la salud que han atendido a la humanidad entera en medio de la pandemia. También se destacó el esfuerzo hecho por las autoridades olímpicas, el pueblo japonés y los voluntarios internacionales para poder realizar los Juegos un año después.
¿ Y Colombia?
La representación nacional se lució en la inauguración, especialmente por su indumentaria. La prenda dominante fue un kimono, traje típico japonés, lo que se entiende como un gesto cordial hacia el país anfitrión. Pero ese vestuario tenía colores propios de la cultura colombiana.
Con el infaltable sombrero vueltiao, la marcha de los deportistas colombianos fue liderada por la atleta Caterine Ibargüen y el boxeador Yuberjen Martínez, los abanderados de la delegación.