El presidente elude los incumplimientos de su Gobierno
«La mejor defensa es el ataque»; esta consigna es muy utilizada en el deporte, y también en la política. Pues el presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro, apela a esta premisa en medio del escándalo por la confirmación de la pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos de 2027, que se le había dado a Barranquilla.
Luego de que se confirmara que la ‘Arenosa’ estaba descartada porque las únicas dos candidatas para organizar las justas deportivas son Lima y Asunción, Petro hizo pública una carta que le envió Neven Ilic, el presidente de Panam Sports, entidad dueña de los Panamericanos.
En ese documento se explican cronológicamente todos los incumplimientos del contrato por los cuales la entidad deportiva panamericana le quitó la sede a Barranquilla. El jefe de Estado se defendió atacando a Panam Sports, acusando a esa institución de una «burla a Colombia».
En su cuenta en la red social X, Petro escribió que, según la carta, los incumplimientos «comienzan desde el mismo año 2021, cuando se designó a Barranquilla como sede». Lo que quiere decir el mandatario es que las fallas empezaron desde el Gobierno Nacional anterior, cuando Iván Duque era el presidente y Guillermo Herrera, el ministro del Deporte.
Ese alegato del líder del Pacto Histórico es cierto porque, según el documento enviado por Ilic, el 21 de enero de 2022 Panam Sports hizo la primera alerta por los incumplimientos. Además, el segundo aviso fue el 13 de septiembre de ese año, cuando su Gobierno apenas llevaba un mes y no había tenido tiempo de resolver estas circunstancias.
Lo que Petro no dice es que, posteriormente, el 20 de octubre de 2022 y el 30 de agosto de 2023, cuando él y su Gabinete ya estaban afianzados en el Poder Ejecutivo, Panam Sports envió nuevas alertas de incumplimientos que su Gobierno ya debía de haber subsanado.
El líder político tampoco dice que, cuando la entidad deportiva continental accedió a redefinir los plazos de pago por solicitud de las autoridades colombianas, se sabía que el compromiso de cumplir con las nuevas fechas era muy estricto. «Se establece claramente y por escrito que el no cumplimiento de este nuevo y final plazo significaría el retiro inmediato de la sede», dice la carta enviada por Ilic.
Había dos fechas de pago, una era el 30 de diciembre y la otra, el 30 de enero, cada una por cuatro millones de dólares. Se incumplió el compromiso de la primera cuota, y eso llevó a la institución deportiva panamericana a quitarle la sede a Barranquilla.
Según Petro, su «Gobierno acordó en reunión con el señor Neven y la ciudad de Barranquilla pagar todo lo incumplido con fecha máxima del 30 de enero». Es decir, que hubiera una segunda fecha para completar el pago total justificaba el incumplimiento del primer pago porque se podía cancelar toda la deuda después. Pero eso no es lo que se acordó; tocaba cumplir con dos pagos en sus respectivas fechas.
No conforme con justificar e, incluso, negar el incumplimiento, Petro ataca a los dirigentes de Panam Sports al asegurar que previamente «tenían un compromiso con la ciudad de Asunción». El presidente de Colombia no aporta pruebas, ni afirma tenerlas, para soportar esta grave acusación.
Se sabe que la capital de Paraguay quiere ser sede de los Juegos Panamericanos porque es una de las candidatas, pero eso no significa que la entidad deportiva panamericana tuviera un compromiso previo con esa ciudad al quitarle la organización del evento al Barranquilla. De lo que sí hay pruebas es que el Gobierno de Petro incumplió sus compromisos de pago en las fechas acordadas con Panam Sports.
El jefe de Estado remata diciendo que la decisión de la entidad deportiva continental le «parece una burla a Colombia».