Se termino la Eurocopa y queda la sensación de tener un gran campeón, un equipo que se ha transformado y que de la mano de Roberto Mancini fue creciendo hasta convertirse en el mejor de Europa.
La Italia de hoy no se parece en nada a sus antecesores, que tanto fueron criticados por su falta de fútbol y porque se metían atrás, apelando a una genialidad de sus delanteros para ganar los partidos o un error del equipo contrario.
Este equipo italiano esta lleno de calidad, tiene una mezcla entre juventud y experiencia, un despliegue físico impresionante y capacidad para ir al frente a pesar de las dificultades que se puedan presentar durante el partido.
El triunfo de Italia es una recompensa para el equipo que más hizo por el partido. Se repuso de un gol tempranero y la lesión de su mejor jugador, Federico Chiesa.
Ganó el equipo que más lo buscó, el que planteó variantes de juego, el que recompuso en el segundo tiempo y el que tuvo más ideas para ir al frente a buscar el partido.
No le alcanzó para ganarlo en los 90 minutos ni en el tiempo extra, seguramente por el desgaste que tuvo y porque no pudo seguir de largo cuando empató, ya que no tenía en la cancha la genialidad de Chiesa, tal vez su mejor hombre en ataque.
Para Inglaterra otra gran decepción. Se encontró ganando muy rápido y no tuvo la capacidad para aprovechar esa diferencia en el marcador.
El gol tempranero lo hizo retroceder muy rápido y darle toda la iniciativa al equipo italiano, que era lo lógico, pero no renunciar a jugar.
Un equipo que quiere ser campeón de Europa no pude tener una sola acción de gol en 120 minutos.
Los ingleses se dedicaron a ver jugar a los italianos, se refugiaron atrás, se olvidaron del balón y tal vez de lo más importante, su capacidad para generar futbol y por ende alternativas de gol.
Contaban en ataque con un jugador desequilibrante como Sterling y un gran goleador como Kane.
Sin embargo, no es posible que con esa calidad de jugadores un equipo se cierre atrás y se olvide de atacar.
Creo que acá estuvo el primer error de Southgate, que, aunque le había funcionado ese estilo defensivo, siempre quedaba en deuda por privilegiar el marcador.
Vivimos otra final con falta de fútbol, con un solo equipo preocupado por jugar y entiendo que en una final se guarden precauciones, pero no se puede renunciar a la iniciativa cuando se tiene esa calidad de jugadores.
Southgate volvió a defraudar a la afición inglesa porque decidió no jugar al fútbol y su falta de ambición lo jugó una mala pasada.
Seguro pensó que podía controlar todo el partido pero una vez lo empato Italia asumió que no debía correr más riesgos y que podía ganarlo en los penales.
Los italianos fueron fieles a su nuevo estilo de juego. El título fue un premio a ese cambio y renovación que han tenido de la mano de Mancini.
Ellos nunca renunciaron a ganar está final y siempre fueron al frente. Cuando empataron el partido, se quedaron sin restos y tuvieron que buscar en los penales la recompensa a todo su esfuerzo.
El segundo error de Southgate fue en la elección de los cobradores de los penales. No hizo cambios para generar fútbol y solo hasta el final decidió ingresar a Rashford y Sancho como cobradores.
Lo que se le olvidó al DT es que son dos muchachos con un futuro gigante pero el peso que cargaban sobre sus hombros era mayor a la responsabilidad que les asignó su entrenador.
Algo que no entiendo es por qué no le pidió cobrar a Sterlinng y a Grealish y en cambio prefirió que Saka, un niño de 19 años, cerrara la tanda de penales.
Muy pocos me van a creer, pero siempre tuve a Italia dentro de mis favoritos. Me encanta la forma como juega ese equipo, la capacidad física, el sacrificio y el talento que despliegan del medio hacia adelante.
Me alegra mucho, además porque cuando se lo dije a unos amigos me preguntaron, ¿está seguro de que Italia puede avanzar? Pues afortunadamente lo pensé y se cumplió porque, es una alegría inmensa cuando el equipo que uno sigue queda campeón de un torneo.
Mauricio León L.