Jairo Ruiz, el constructor de los éxitos de la gimnasia colombiana

Jairo Ruiz celebra con Ángel Barajas en París 2024. Imagen vía X @OlimpicoCol

El legado de Jairo Ruiz, para lograr la medalla de plata de Ángel Barajas

El 5 de agosto de 2024 quedará grabado en la historia del deporte colombiano como el día en que una promesa de 17 años, Ángel Barajas, conquistó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos, llevando la gimnasia colombiana a un nivel sin precedentes. Pero detrás de este logro se encuentra un hombre cuyo nombre es sinónimo de perseverancia y éxito en el mundo de la gimnasia: Jairo Ruiz.

A sus 65 años, Jairo Ruiz ha alcanzado el reconocimiento más importante de su prolífica carrera como entrenador, un camino que comenzó en su tierra natal, Bogotá, pero que floreció en Cúcuta, donde ha sido una figura clave en el desarrollo de atletas de alto rendimiento.

Con un profundo conocimiento en Ciencias de la Educación y una extensa formación de cuatro maestrías y un doctorado en curso, Ruiz ha cultivado una cosecha impresionante de talentos, y su última joya es Barajas, el medallista más joven en la historia olímpica de Colombia.

La historia de Ruiz es una de pasión y dedicación. Su filosofía de entrenamiento está cimentada en la disciplina y el rigor, valores que ha inculcado en sus pupilos a lo largo de los años. Entre ellos se destacan figuras como Jesús Romero, Jossimar Calvo y, por supuesto, Ángel Barajas.

La dificultad y el riesgo inherentes a la gimnasia son bien conocidos, y el accidente que en 2002 dejó a Romero en silla de ruedas es un recordatorio de los sacrificios y desafíos que enfrentan estos atletas. Sin embargo, la visión y el compromiso de Ruiz han sido inquebrantables.

El gimnasio Eustorgio Colmenares de Cúcuta, bajo su dirección, ha sido el escenario donde se han forjado campeones. Ruiz, conocido por su rigurosidad y exigencia, también ha demostrado un lado profundamente humano y compasivo.

El experimentado entrenador aboga por sus atletas, buscando el apoyo de instituciones públicas y privadas en Norte de Santander, y reclamando la atención y la inversión de los entes nacionales en la gimnasia.

Sus atletas no solo lo ven como un entrenador, sino como un mentor y un segundo padre, una figura de apoyo incondicional que va más allá de los entrenamientos y las competencias.

Este lunes, mientras Ángel Barajas bajaba de la barra fija tras su rutina, Jairo Ruiz vivió el momento con lágrimas de alegría, sintiendo el peso y el valor de años de esfuerzo y dedicación.

Para él, esta medalla no es solo un trofeo, sino el reflejo de su arduo trabajo y de la pasión que ha puesto en cada jornada de entrenamiento. La medalla de Barajas es también un testimonio del potencial que ha logrado despertar en la gimnasia colombiana.

Jairo Ruiz no es solo el entrenador detrás del éxito de Ángel Barajas; es el pilar sobre el cual se ha construido una generación dorada de gimnastas colombianos. Su nombre se ha convertido en un símbolo de excelencia y compromiso, y su legado, enriquecido con cada medalla y cada victoria, continúa inspirando a nuevos talentos y a toda una nación.

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