Tras el revuelo ocasionado la semana anterior, por la denuncia presentada por la SIC, Fernando Jaramillo, máximo dirigente de la Dimayor, se pronunció, negando cualquier actividad ilegal en las prácticas referenciadas.
Frente a estas inquietudes, Jaramillo, ha defendido la labor de la entidad, argumentando que, en lugar de restringir, han impulsado el crecimiento de esta disciplina.
Ha destacado los resultados obtenidos por las selecciones Colombia en distintas categorías de los Mundiales, donde ha habido una notable participación de jugadoras locales. Jaramillo afirmó en una conversación con Blu Radio:
«Hemos estado haciendo esfuerzos desde 2017, y esos esfuerzos han dado sus frutos. Todas las jugadoras han tenido la oportunidad de participar en la Liga femenina. Aunque siempre hay aspectos que se pueden mejorar, nuestro objetivo es promover el fútbol femenino. En cuanto al tema del mercado libre y los contratos, tendremos que analizar la profundidad de estas acusaciones y cómo los hallazgos se relacionan con una supuesta infracción de la libre competencia. Estoy seguro de que nuestras acciones han estado en concordancia con la Ley de competencia y que los clubes han trabajado arduamente en ello».
La restricción a la libre competencia, según la SIC, es el principal tema de preocupación en el torneo. Jaramillo respondió a estas preocupaciones afirmando: «Estamos preparados para ofrecer una respuesta. Tenemos certeza sobre lo que hemos hecho. No estamos de acuerdo con la perspectiva que la SIC ha adoptado en relación con las posibles infracciones a la libre competencia y al libre mercado».
En lo que respecta a una posible cláusula de explotación de derechos de imagen, tal como sugiere la SIC, Jaramillo argumentó que esto es una práctica común en ambos géneros y, por lo tanto, no ve ninguna infracción. En sus palabras: «Siempre es una cuestión colectiva, y esto está presente en los contratos de los hombres; no es exclusivo del fútbol femenino. Esta práctica se encuentra en muchos países», concluyó el directivo.
En cuanto al asunto de los salarios, el directivo no ve ninguna ilegalidad, aunque admite la existencia de ciertos límites, como se puede inferir de sus propias palabras: «Si observa las nóminas, verá que no hay un acuerdo unánime en los salarios. Vamos a demostrar que esto es así. Puedo asegurar que no existe un acuerdo formal; simplemente seguimos las prácticas laborales normales en Colombia, como el pago del salario mínimo».
Jaramillo considera completamente normal que se firmen contratos que tengan una duración equivalente a la temporada de competición, que, lamentablemente, no suele superar los cuatro meses. En referencia a los contratos de los jugadores, que no se renuevan anualmente, dijo: «Nadie va a firmar contratos por un año si el campeonato solo dura 8 o 7 meses».
Conviene añadir que, en caso de que la situación no tenga una solución, el fútbol colombiano correría el riesgo de desafiliarse y perder opciones de participar en Eliminatorias y la realización del Mundial Femenino Sub-20.