La etapa 15 ha sido la más dura de La Vuelta a España en la edición de 2020. Aparte de ser la más extensa, con 230.8 kilómetros de media montaña entre Mos y Punta de Sanabria, tuvo un clima adverso, marcado por los fuertes vientos y pasada por lloviznas en un día muy frío.
Como si fuera poco, los tiempos de los últimos tres kilómetros debieron ser neutralizados para la clasificación general por una mancha de aceite en el último tramo de la ruta, lo cual obligó a la organización a angostar el recorrido en ese sector.
A falta de 3,4 kilómetros para llegar a la meta fue cazado el italiano Mattia Cattaneo (Deceunink Quick-Step), el último sobreviviente de la fuga, con lo cual el triunfo iba a ser definido en un embalaje masivo en terreno ligeramente ascendente.
El ganador de la jornada fue el joven belga Jasper Philipsen (UAE Team Emirates), quien batió en línea final al alemán Pascal Ackermann (Bora-Hansgrohe), el equipo que había hecho el mayor trabajo para alcanzar a la fuga. En tercer lugar llegó otro germano, Jannik Steimle (Deceuninck-Quick Step).
Por otra parte, el francés Guillaume Martin (Cofidis) se aseguró el título de la clasificación de la montaña gracias a los puntos que sumó en los puertos intermedios, que lo hicieron inalcanzable para su más cercano perseguidor, el belga Tim Wellens (Lotto Soudal).
Sin cambios en la clasificación general este jueves, la etapa del viernes volverá a ser de media montaña, con una exigencia significativa en el ascenso de primera categoría a Puerto El Robledo, a 36 kilómetros de meta.
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