Es un escándalo diferente al Fifagate
El suizo Joseph Blatter y el francés Michel Platini, expresidentes de la Fifa y de la Uefa, respectivamente, fueron absueltos de los cargos de fraude y corrupción por un pago que el primero le hizo al segundo cuando dirigían a las dos entidades rectoras del fútbol más importantes del mundo.
El Tribunal Penal Federal de Suiza, país donde se alojan tanto la Fifa como la Uefa, los declaró inocentes al no encontrar evidencia lo suficientemente sólida para dictaminar su culpabilidad.
Ls Fiscalía, que pedía veinte meses de prisión condicional para los polémicos personajes, los procesaba por un pago de dos millones de francos suizos que Blatter le hizo a Platini en 2011.
El ente acusador alegaba que era una coima que recibía el exfutbolista francés, quien tenía gran influencia entre los líderes de distintas federaciones nacionales de fútbol, para conseguirle votos al helvético en su intento de hacerse reelegir como presidente de la Fifa.
Los exdirigentes deportivos se defendieron diciendo que ese dinero era el pago retrasado de un «acuerdo de caballeros». Dijeron que cuando Platini fue asesor técnico de Blatter quedó pendiente el pago de ese dinero para ajustar su remuneración porque las finanzas de la Fifa en esa época no permitían pagarle todo lo que él debería ganar.
Pero hay cuatro cosas extrañas en esa versión. En primer lugar, el francés ocupó ese cargo entre 1998 y 2022, así que pasó demasiado tiempo para el pago, que fue en 2011. Por otra parte, el sueldo que cobraba Platini como asesor técnico era de 300 mil francos suizos mensuales, el más alto en la escala salarial de la Fifa, como para pensar que debía ganar más. Además, la situación financiera de la entidad rectora del fútbol mundial era buena en esa época. Por último, no hay testigos presenciales que corroboren tal «acuerdo de caballeros».
Aun así, el Tribunal Federal Suizo consideró que la Fiscalía no logró comprobar que el polémico pago gestionado por Blatter fuera producto de un fraude a la Fifa.
Este escándalo fue paralelo al Fifagate, una polémica por la aceptación de sobornos para favorecer a unos proponentes para la producción y comercialización de los derechos de transmisión por televisión de los mayores campeonatos futbolísticos.
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