La etapa 18 de La Vuelta a España dejó tres grandes noticias, y dos de ellas involucran al belga Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step). Por un lado, ganó su tercera fracción en esta carrera, y por el otro, se aseguró ser el campeón de la montaña. Lo tercero, y más importante aun, es que ya pareció quedar claro con cuál ciclista el Jumbo-Visma ganará la carrera.
La jornada partió en Pola de Allande y tuvo 178,9 kilómetros para llegar a la meta, ubicada en La Cruz de Linares, puerto de montaña de primera categoría, que se pasó dos veces en el día y fue el último final en alto de la carrera. En total hubo cinco premios montañosos en la etapa.
Evenepoel fue uno de los integrantes de una numerosa fuga en la que estuvo el colombiano Egan Bernal (Ineos Grenadiers). Con el permiso del pelotón, los escapados tomaron una decena de minutos, por lo que estaba claro que entre ellos se jugarían el triunfo entre ellos.
Faltando 29 kilómetros para el final, y ya con la fuga seleccionada, el belga lanzó un ataque contundente en pleno ascenso y se fue solo hacia la meta. Consumó su victoria con cuatro horas, 47 minutos y 37 segundos, habiendo coronando en primer lugar los cinco ascensos del día para para asegurarse el título de la clasificación de la montaña con 129 puntos.
Por detrás llegaron otros escapados. El más cercano fue el italiano Damiano Caruso (Bahrain Victorious) a casi cinco minutos, seguido por el danés Andreas Kron (Lotto Dstny). Bernal, que entró séptimo a siete minutos del ganador, fue el último de la fuga que cruzó la meta antes de los capos de la clasificación general.
Entre los ciclistas que batallan por el top-5 final en Madrid, el intento de dar espectáculo y hacer diferencias significativas lo dio el español Mikel Landa (Bahrain Victorious). Con el trabajo de su equipo seleccionando el lote, el escalador vasco atacó de lejos en la montaña. Pero su esfuerzo fue neutralizado, como suele pasar.