Según la Comisaría del Condado de Los Ángeles, el golfista Tiger Woods conducía a 140 kilómtros por hora, el doble de lo permitido en el sector, cuando se estrelló en zona boscosa de California el 23 de febrero.
La investigación, que ya se dio por terminada, descartó que el ‘Tigre’ estuviera bajo el efecto de drogas o alcohol, y no hay indicios de que se hubiera distraído mientras manejaba el vehículo, por lo cual se concluye que la causa de la colisión fue el exceso de velocidad.
Adicionalmente, el capitán James Powers cree que Woods tal vez pisó el acelerador cuando quiso activar los frenos, al notar que estaba perdiendo el control del vehículo.
Ese accidente le causó graves heridas al mejor golfista del siglo XXI, especialmente en su pierna derecha. El californiano aún está en proceso de recuperación y no se sabe si volverá a competir en su deporte.
Individualización: esfuerzo de las autoridades públi...
LEER MÁS
Adrián Ramos tendrá una despedida digna con el América