El colombiano Fernando Gaviria, del Movistar Team, fue quinto en la etapa 10 del Tour de France, la carrera más importante del ciclismo de ruta a nivel mundial. Al final de la fracción dio una valoración extraña de su rendimiento en esta competición.
El recorrido fue llano, ideal para embaladores como el antioqueño. El vencedor fue el belga Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck), seguido por el eritreo Biniam Girmay (Intermarché-Wanty), líder de la clasificación por puntos. Después llegaron, en su orden, Pascal Ackermann (Israel-Premier Tech) y Wout van Aert (Visma-Lease a Bike).
El quinto puesto de Gaviria, viendo la alta calidad de los rivales que superaron al colombiano, es una buena ubicación. El problema es que ya han pasado cinco de las ocho fracciones planas, en las cuales él puede destacarse, y no ha logrado ganar.
Solo estuvo realmente cerca del triunfo en la etapa 3, donde fue segundo. Luego fue undécimo en la 5 y tercero en la 6, aunque sin estar cerca del vencedor. No pudo estar en el embalaje de la octava fracción, por lo que llegó en el puesto 83, y ahora fue quinto.
Esto se suma a que tampoco pudo ganar en el Giro de Italia, la primera gran carrera de tres semanas en el año. De hecho, su única victoria de la temporada fue en su primer día de competencia, en la etapa 1 del Tour Colombia 2.1.
Por eso sorprende que, tras concluir la etapa 10 de la ronda gala, Gaviria se mostrara positivo al dar su balance sobre su actuación en esta carrera. «Si no llega (la victoria) lo seguiré intentando en otras carreras, y nada que menospreciar porque al final siento que estoy haciendo un buen Tour», aseguró.
«Estoy tranquilo porque, con el equipo desde el inicio del año lo habíamos planeado así, iba a estar solo en los esprints. Sé que es difícil, pero estoy dando lo mejor de mí», aseguró. Pero tampoco se mete mentiras: «Yo espero un poco más de piernas porque al final para ganar me falta un poquito».