El neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix) respondió a su favoritismo y ganó en un embalaje ascendente la etapa 1 del Giro de Italia, la primera gran carrera por etapas de la temporada.
La fracción se disputó en Hungría, con salida en Budapest, la capital de ese país, y llegada a Visegárd al cabo de 195 kilómetros. Luego de una travesía completamente llana, la jornada se definió en un puerto de montaña de cuarta categoría: algo más de cinco mil metros con una pendiente promedio del cuatro por ciento.
La fuga del día estuvo protagonizada por dos compañeros de equipo, los italianos Mattia Bais y Filippo Taglianni, del Drone Hopper-Androni Giocattoli. Fueron cazados por el pelotón cuando faltaban 13 kilómetros para llegar a la meta.
El belga Oliver Naesen (AG2R Citroën), a tres kilómetros de meta, y el alemán Lennard Kämna (Bora-Hansgrohe), a dos, intentaron ataques para sorprender al pelotón, pero sus esfuerzos fueron en vano. La etapa se definió en un embalaje masivo entre ciclistas veloces con buena potencia para el ascenso definitivo.
Luego de 4 horas, 35 minutos y 28 segundos, Van der Poel cruzó la meta en primer lugar, con lo cual se quedó con el liderato de las clasificaciones general, por puntos y de montaña. En el segundo puesto cruzó el eritreo Biniam Girmay (Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux), que se puso líder en la clasificación de los jóvenes.
El australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) iba a quedar tercero, pero sufrió una caída con la que le cedió este lugar al español Pello Bilbao (Bahrain-Victorious), quien bonificó cuatro segundos, una ligera ventaja sobre los corredores interesados en la clasificación general.
Con el mismo tiempo del ganador llegaron ocho corredores, entre ellos tres de los capos, los neerlandeses Wilco Kelderman (Bora-Hansgrohe) y Bauke Mollema (Trek-segafredo) y el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos Grenadiers).
Cuatro segundos después entró el pelotón mayoritario, en el que estuvieron Iván Ramiro Sosa (Movistar) y Miguel Ángel López (Astana Qazaqstan), los dos colombianos que le apuntan a la clasificación general.
La segunda etapa será una contrarreloj individual corta en las calles de Budapest. Son 9,2 kilómetros que replican lo vivido en el primer día, un recorrido mayormente plano con final en repecho que puntúa como premio de montaña de cuarta categoría.