La presión ‘canchera’ de Gabigol no sirvió

Independiente del Valle, independiente de la presión

Luego de una serie electrizante, la Recopa Sudamericana se definió en tiros desde el punto penal. Si Anthony Landázuri acertaba su cobro, Independiente del Valle daría la sorpresa de vencer al Flamengo. Gabriel Barbosa quiso meterle presión al ecuadoriano, pero su comportamiento ‘canchero’ no sirvió…

Con gol de Mateo Carabajal, Independiente del Valle, vigente campeón de la Copa Sudamericana, le había ganado como local 1-0 en Quito a Flamengo en el partido de ida de la Recopa Sudamericana. Con esa ventaja mínima visitaba el mítico estadio Maracaná para enfrentarse al ganador de la Copa Libertadores. 

El club brasileño fue superior en el juego al conjunto ecuatoriano, pero la falta de eficacia le impedía adelantarse en el marcador para igualar la serie. Algunas atajadas de Wellington Ramírez, dos balones estrellados en los palos y muchos tiros desviados mantenían invicto el arco visitante.

Pero en el sexto minuto de reposición, en la que iba a ser la última jugada del partido, Flamengo por fin encontró el gol gracias a Giorgian De Arrascaeta. El uruguayo aprovechó un pase desde la izquierda por parte de Everton para rematar una jugada que había iniciado ‘Gabigol’. Esa anotación derivó en la prórroga, donde los equipos no se hicieron daño.

 

El título de la Recopa se definiría en tiros desde el punto penal. El primer cobro estuvo a cargo del hombre que mandó la serie a los penaltis, De Arrascaeta, y el disparo del volante creativo fue atajado por Ramírez. De ahí en adelante todos los jugadores acertaron sus ejecuciones.

El último de Flamengo en patear fue Gabriel Barbosa. Tras su anotación, el popular ‘Gabigol’ se quedó en el área esperando a Anthony Landázuri, quien, si metía su penalti, le daría el título a Independiente del Valle. El delantero del ‘Mengao’ quiso sabotear el tiro del defensa ecuatoriano, dilatando su cobro y hablándole para desconcentrarlo.

Fue un comportamiento ‘canchero’ para tratar de meterle aun más presión de la que ya tenía en semejante instancia tan decisiva, en un escenario tan imponente como el Maracaná, y con el público en contra.

Una vez el árbitro obligó a ‘Gabigol’ a retirarse del lugar, Landázuri pateó un disparo rasante al palo izquierdo del arquero Santos, quien se arrojó hacia el otro lado. Una parca celebración del lateral derecho contrastaba con la alegría de sus compañeros corriendo hacia él para abrazarlo y festejar.

De esta manera, un club pequeño que en 2007 estaba en la tercera división de Ecuador, pero que con un proyecto serio orientado hacia al fortalecimiento de sus divisiones inferiores se convirtió en el mejor equipo de su país, acaba de ganar su tercer título continental. Ya había ganado dos Cops Sudamericanas y también estuvo en una final de Libertadores.

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