El surf es el baile con el océano, la danza entre el surfista y la ola, la gran fiesta en la que se celebra al ritmo del viento cada ola que el mar nos ofrece.
El oleaje inigualable y encrespado, produce un sentimiento único cada vez que se cabalga, una experiencia sensacional que se repite de manera diferente cada vez que se surfea. No hay ola igual a otra, eso hace que este deporte sea único y especial. Las melodías naturales del entorno cerca a las playas, cambian como las mareas y el pentagrama de las ondas marinas varía al ritmo del océano entre los diferentes momentos recorridos por el surfista. La ola se convierte en cómplice del mejor instante, en la pareja soñada para los amantes del surf, y empieza la celebración interminable al compás del océano.
El surf es pura diversión, el mejor surfista es el que más goza del repertorio marino. Cuando una ola se comparte, es decir, una misma ola la surfean dos o más surfistas, se le conoce como PARTY WAVE, un término que significa ola de fiesta en inglés. Aunque lo ideal es surfear la ola de manera individual, porque así se le permite al surfista recorrer la ola a lo largo y ancho a su antojo y acomodo maniobrando en vía libre, divirtiéndose y derrochando mucho estilo. En playas concurridas como por ejemplo en Malibú, California, o en Waikiki, Hawái, es común ver olas compartidas.
El caso de party wave se da exclusivamente cuando un surfista invita a otros a compartir su ola, de otra manera el derecho a la ola lo obtiene el surfista que se encuentre remando más cerca al pico de la ola (la parte más alta de la cresta).
Si se atravesara otro surfista sin ser invitado, se conoce como drop in (caída adentro) una penalidad y un acto descortés en el protocolo del surf. Aun cuando se tenga el derecho y la vía de una ola (por encontrarse más cerca al pico) si otro surfista no ha alcanzado su oportunidad para surfear, siempre recomiendo ceder la ola, un acto generoso de pura humanidad, un gesto que sin duda enriquecerá el espíritu y engrandece a todos como deportistas y como personas.
Siempre que salgo a surfear hago el siguiente ritual. Primero doy las gracias, y luego me esmero por compartir las olas y por recoger plásticos o basura que encuentre en el mar. Esta es una invitación a celebrar el surf, a conocer este fascinante deporte y a compartir las olas respetuosamente con el medio ambiente y con los demás, a encontrar la verdadera armonía de una manera ecológica y amigable con todos en las playas. El surf es sinónimo de libertad, de generosidad, esa es la mejor estela que un surfista puede dejar.
Para todo lo relacionado con este deporte, me pueden contactar en Escuela de Surf Ohana: