Cuando el partido estaba igualado a dos goles, Wilmar Roldán, el árbitro más prestigioso del fútbol colombiano, sancionó un penalti a favor del Quindío por falta del defensa central Carlos Ramírez sobre el delantero Darío Rodríguez.
Cuando el atacante ‘cuyabro’ entraba al área por el sector izquierdo, Ramírez intentó cortar el ataque con un quite deslizante. Pero Rodríguez enganchó hacia el medio y el defensa terminó derribando al delantero. Eso es lo que apreció Roldán para pitar y señalar el punto blanco.
Sin embargo, Mauricio Pérez, el árbitro del VAR, asistido por Sebastián Vela, le recomendó a Roldán revisar la jugada porque consideraron que no hubo falta. Luego de un demorado análisis en el monitor ubicado al lado de la cancha, el juez central anuló el penalti.
Posteriormente, Pereira anotó el gol que le dio un triunfo clave en la lucha para evitar el descenso, mientras que el Quindío quedó bastante comprometido en esa disputa.
Esa jugada es dudosa, pero ante los ojos de la mayoría, incluyendo analistas arbitrales como José Borda y la cuenta de Twitter @ElVarCentral, sí ameritaba la sanción de penalti. Mírenla ustedes: