El sorteo de la Champions League hizo realidad lo que muy pocos queríamos. Otra vez se tienen que eliminar tempranamente los dos equipos que mejor están jugando en la competición. Cuando se conocieron los clasificados, se esperaba que el Real Madrid y el Manchester City se vieran las caras en la final o, por lo menos, en semifinales. Pero otra vez las balotas hicieron su magia y nos obligaron a ver el partido más llamativo del torneo en cuartos de final.
Con este cuadro, los favoritos para llegar a la final cambian y, sobre el papel, un lado del cuadro es mucho más complejo para acceder a la final. Sin embargo, en la Champions no existen las excusas, y para ser campeón toca ganarle a los mejores, sin importar la fase en la que se les vaya encontrado. Eso parecen tenerlo muy claro los entrenadores Carlo Ancelotti y Josep Guardiola, que no reniegan del sorteo y se resignan a enfrentarse nuevamente.
Los dos saben que del ganador de esta serie muy probablemente va a salir uno de los finalistas del torneo y que, aunque les hubiera encantado enfrentarse en la final, es bueno ir eliminando rivales fuertes.
Ahora, no lo van a tener fácil porque el vencedor de esta llave se va enfrentar al Bayern München o al Arsenal, que protagonizarán un duelo que genera muchas incógnitas por el momento de los dos equipos en sus ligas y los resultados que han tenido en este torneo.
Los ‘cañoneros’ lideran la Premier League y son uno de los equipos más goleadores de Europa, con una media de 2,5 anotaciones por partido. Pero ese poderío no lo han podido demostrar en la Champions; en octavos de final apenas pudieron ganarle al Porto en la tanda de tiros desde el punto penal luego de empatar una serie en la cual habían perdido 1-0 en el juego de ida.
Por su parte, el Bayern se ha descolgado de la lucha por el título de la Bundesliga, quedando a diez puntos del Bayer Leverkusen. En octavos de final de la Champions League se enfrentó a la Lazio, y también cayó 1-0 como visitante en la ida, pero cerró la serie con amplia superioridad, ganando 3-0 en Alemania.
Frente a este panorama no es tan claro quién puede conquistar esta serie. Sin embargo, por jerarquía y tradición en el torneo, me atrevo a irme por el club de Múnich. La experiencia internacional de sus jugadores contrasta con lo mostrado en la ronda anterior por el Arsenal, que no se ve tan fuerte enfrentando este tipo de rivales. Es como si toda esa calidad que muestra en la Premier la pierde cuando afronta un compromiso internacional.
La verdad, no lo entiendo porque el nivel de la liga inglesa es tan alto que su puntero debería tener de sobra para ganarle a cualquier equipo que enfrente. Pero eso es algo que dan los partidos, y creo que Mikel Arteta, su técnico, debe recorrer ese camino, como lo hizo el City de Guardiola hasta que se le dio el título el año pasado.
El otro lado del cuadro tiene enfrentamientos muy parejos, por lo que tampoco nada está escrito. Eso sí, de acá va a salir un finalista que nadie esperaba y que va a llegar con viento en la camiseta. La llave más reñida es la del Barcelona y el Paris Saint-Germain, dos equipos que se han enfrentado varias veces y se conocen muy bien. Xavi Hernández y Luis Enrique se conocen, así que de entrada tienen bastantes opciones de desequilibrar tácticamente el encuentro. Creo que me voy con el PSG.
En el otro duelo, encuentro la superioridad del lado de la lucha y el coraje que tiene el Atlético de Madrid, un equipo que se crece en este tipo de partidos y que será muy difícil de derrotar para el Borussia Dortmund. El alemán es un equipo que está jugando mejor al fútbol, pero que no tiene la experiencia y jerarquía para estos juegos. El semifinalista que saldrá de esa llave muy probablemente será el club español, que se aferra a este torneo para salvar su temporada.
La mesa esta servida, y solo nos queda esperar el regreso del buen fútbol el 9 y 10 de abril con los juegos de ida de los cuartos de final. Una semana después conoceremos a los semifinalistas y veremos qué tan acertado estoy y si puedo darle suerte algún hincha que quiera apostar por su favorito.