Uno fue enviado y el otro no puede salir
Robinho y Dani Alves, dos grandes estrellas del fútbol de Brasil en el siglo XXI, parecen tener como destino la cárcel luego de haber sido declarados culpables de violación sexual.
Alves fue condenado en España a pagar cuatro años y medio de prisión por abusar de una mujer en el baño de una discoteca en Barcelona. Pero su abogada logró que se aprobara una fianza de un millón de euros para que esté en libertad mientras se resuelve su apelación.
Aunque su carrera deportiva fue muy exitosa, el exdeportista no dispone de ese tanto dinero porque sus cuentas bancarias habían sido congeladas en medio de un conflicto por la manutención de los hijos que tuvo con su primera esposa.
Se creía que la familia de Neymar Jr., que había financiado su defensa, pagaría el millón de euros requerido. Pero el padre del jugador del Al Hilal, quien maneja esas finanzas, anunció que no pagará esa fianza.
«En este segundo momento (el primero fue el juicio), en una situación diferente a la anterior, en que la justicia española ya decidió una condena, están especulando e intentando asociar mi nombre y el del mi hijo a un asunto que hoy ya no nos compete más», publicó Neymar Santos Sr.
Mientras Alves no encuentre un benefactor, seguirá en prisión esperando la decisión con respecto a su recurso de apelación
Pagará su pena jugando como local
Robinho fue condenado en Italia a nueve años de prisión por participar en la violación grupal de una mujer albanesa que estaba celebrando su cumpleaños 23 en Milán en 2013.
En vez de presentarse a su juicio, el exfutbolista se refugió en su país. Aprovechando que la Constitución Política de Brasil prohíbe la extradición de sus ciudadanos, Robinho se sentía tranquilo en su nación.
Pero el revuelo que generó este caso llevó al Tribunal Superior de Justicia de Brasil a ordenar que Robinho pague su pena en una cárcel de su país de forma «inmediata».
Por ahora, la defensa del deportista interpuso un recurso de habeas corpus para detener la orden judicial mientras se acaban las instancias de apelación ante la justicia brasileña.
