El jugador fue escoltado por la policía al aeropuerto tras abandonar la ciudad. Brown acumulaba en la temporada 39 recepciones, para un total de 519 yardas y tenía cuatro anotaciones. Además de esto, el oriundo de Florida tiene dentro de su palmarés un anillo, cuatro veces en el mejor equipo de la liga, siete veces en la Pro-Bowl y líder de recepciones en la liga en dos ocasiones.
Sin embargo, este no sería el único caso polémico del talentoso receptor. A principios de diciembre, la NFL decidió castigar a Brown por utilizar una tarjeta falsa de vacunación para la COVID-19, lo que representó una multa para los Bucaneros.
No es la primera vez que el jugador estaría en contra de las normas de la NFL, puesto que, en 2019, tras unos cambios en la seguridad para los deportistas, la organización de fútbol americano decidió mejorar los cascos de protección, algo que no aprobó el receptor, quien se negó hasta las últimas instancias en hacerlo.
Pero, quizá lo más grave tenga que ver con las denuncias de abuso sexual, violación y prisión en 2019 cuando el jugador pertenecía a New England Patriots, siendo un preferido por el mariscal Tom Brady.
En enero de 2020 estuvo en prisión.
Quizá el episodio con Tampa sea el último de su carrera en la NFL, puesto que pocos equipos se atreverían a fichar a un jugador que deja en riesgo la integridad y privacidad del equipo.
Tampa es segundo en la Conferencia Nacional por detrás de Green Bay Packers, quienes realizan una campaña excepcional con 13 triunfos y solo tres derrotas en 16 juegos de la temporada regular.