Los embaladores tenían dos grandes enemigos… el premio de tercera categoría a la mitad de la etapa cuatro y los intentos de fuga de los ciclistas que intentaron ganar con escapadas. Los aventureros no pudieron cumplir con su objetivo y sucumbieron, pero el ascenso sí pasó factura.
El premio de montaña le complicó la vida a Fernando Gaviria y a Álvaro Hogde, las cartas colombianas para vencer. Perdieron el ritmo y se quedaron del lote. Sus equipos, UAE y el Deceuninck Quick Step, los esperaron e intentaron conectar con el lote puntero. Les pusieron un paso espectacular para llegar a disputar la etapa, pero los Bora y los FDJ iban a 60 kilómetros por hora, y así fue imposible conectar.
El embalaje fue espectacular
Démare, Sagan y Ballerini entraron en spring parejo, pasaron la línea final y ninguno celebró. Se miraban y esperaban el dictamen del foto finish, hasta que por milímetros se demostró que el francés Arnaud Démare había vencido sobre Sagan y Ballerini.
Una lástima no haber tenido a Gaviria y a Hodge, pero no se puede negar que el embalaje final fue espectacular.
Joao Almeida, líder, se consolida con unos segundos ganados por bonificación; Jhonatan Caicedo, ecuatoriano, es segundo en la general.
Se retiró Geraint Thomas y el Giro se torna espectacular, sin equipos que dominen ni manejen, y con más oportunidades para los embaladores colombianos. Habrá más etapas para probar velocidad.