El Cúcuta Deportivo es uno de los equipos tradicionales e históricos del fútbol profesional colombiano. Por eso resulta penosa la situación que vive en los últimos tiempos, subiendo y bajando, de la A a la B, y de la B a la A. Además, es víctima de los malos manejos de su dirigencia y está denunciado por el impago de sus obligaciones.
El club llegó a un acuerdo de reorganización en febrero de 2012, pero no se ha organizado a lo largo de estos años.
El pasado 24 de febrero, en una audiencia en la Superintendencia de Sociedades, el club se había comprometido con la Alcaldía de Cúcuta a pagar su deuda con el municipio. Esa vez, teniendo a la Dimayor como garante, se estableció que debía saldar 1.063 millones de pesos. Pero el Cúcuta Deportivo no ha pagado.
Como si fuera poco, la institución dirigida por el polémico empresario José Augusto Cadena, que había amenazado con llevarse el equipo a otra región del país, tiene salarios atrasados con sus trabajadores. Según la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, “en algunos casos van a completar cuatro meses, mientras que otros (jugadores) llegarán a tres sin recibir su sueldo”.
Recientemente la Alcaldía de la capital del Norte de Santander pidió reanudar la liquidación del club. Por esta razón, la Superintenderncia de Sociedades programó una nueva audiencia de incumplimiento del acuerdo de reorganización del club. La diligencia fue programada para el 13 de agosto.
“La audiencia tiene como finalidad que el deudor presente alternativas para subsanar su incumplimiento al acuerdo de reorganización, para que el Juez del Concurso, previa verificación de los requisitos señalados en el artículo 46 de la mencionada norma, proceda con la confirmación de la alternativa de pago o la declaración de incumplimiento del acuerdo y, por lo tanto, el inicio de la liquidación judicial de la sociedad”, dice el comunicado de la entidad.
Palabras más, palabras menos, el Cúcuta paga o lo liquidan.