Este fin de semana nos reuniremos en las bellísimas playas del Tayrona para celebrar la IV válida del circuito del Campeonato de Surf Nacional
Un evento que promete ser diferente y que honra la memoria del legendario Jack O’Neill. El talentoso y carismático lobo de mar fue quién llevó el surf a otro nivel con sus creaciones y diseños. Jack no sólo fue el inventor del traje de neopreno que utilizan los Surfistas para mantenerse cálidos en mares helados cómo los de su nativa California; también fue una persona que se destacaba por su compromiso social y amigable con el océano, con el medio ambiente y con el deporte.
Tanto Jack como el gran hawaiano Duke Kahanamoku, fueron destacados precursores del espíritu Aloha, que es en esencia el de la cordialidad, el respeto por la vida y por los demás. Los amigos de O’Neill trabajan unidos por rescatar ese espíritu; son los patrocinadores oficiales de este campeonato en las playas del Tayrona y tienen un propósito ejemplar: Concientizar a la comunidad surfista colombiana de que todos somos miembros de la misma familia, del mismo océano, y de que debemos convivir en armonía y trabajar unidos por una misma meta: El porvenir de nuestro deporte y el cuidado de nuestro medio ambiente.
Después de reunirme con los directivos de O’Neill Colombia, por sus argumentos y observaciones respecto a la escena nacional actual, no me cabe la menor duda de las mejores intenciones que este equipo tiene para nuestra comunidad. Empezando porque arrancaron patrocinando a varios deportistas y ahora patrocinan este evento, pero más que todo pude percibir que estos dirigentes son personas educadas y comprometidas que están realmente interesadas en el crecimiento del buen nombre y de la cultura de nuestros surfistas.
O’Neill pone de su parte, fomenta el deporte y existe en Colombia con un propósito y metas importantes. Ahora el compromiso es de nuestros surfistas. El surf apenas está creciendo en nuestro país, somos los más jóvenes en Suramérica, nuestras olas empiezan a ser descubiertas y nuestra cultura también. Se puede marcar la diferencia en grande, podemos ser una comunidad unida y respetuosa, distinta y sobresaliente en el mundo. Cada uno con actitud positiva y gratitud puede hacer el cambio y lograr que Colombia se convierta en el mejor y más agradable país para surfear en el mundo.
Al empezar a surfear es responsabilidad de todos compartir este legado:
Buscar la armonía y ser más amables entre todos es la manera de rescatar un sentimiento que se viene desvaneciendo con el tiempo.
No se trata de discriminar el surf recreativo o el surf competitivo, se trata de seres humanos, compartiendo juntos y en armonía, momentos inolvidables en el mar.
La competencia siempre estará bien, mientras sea sana.
El ego es el peor enemigo de la humanidad y también es el peor enemigo del surfista.
Alegrémonos al compartir las olas con conocidos y desconocidos, quienes probablemente serán nuestros futuros amigos.
Cedamos una buena ola al que tiene menos chance.
El tiempo es nuestro mejor aliado para ser grande personas.
Es tarea de todos rescatar ese espíritu Aloha que los precursores nos enseñaron. Todos somos los verdaderos reyes del mar.
Al final, no se trata de la ola del día, se trata de la ola de la vida.
Gracias a los amigos de O’Neill y a todos por abrir su corazón a esta nueva experiencia.
* Para todo lo relacionado con este deporte, me pueden contactar en Cartagena, en: