Ya viene la tercera carrera grande del ciclismo de ruta, La Vuelta a España. Sin la participación de los extraterrestres del ciclismo mundial (Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel), se podrá tener una carrera mucho más abierta en cuanto a la disputa del primer cajón del podio. Esto no pasó en el Giro de Italia y ni en el Tour de France porque de principio a fin tuvieron nombre propio.
Esta versión no va a contar con los ciclistas que han dominado las dos más grandes y los Juegos Olímpicos. Ya vimos cómo Tadej Pogacar dominó a su antojo el Tour y el Giro, ganando las clasificaciones generales y seis etapas en cada carrera. Por el lago de Vinvegaard, si bien no ganó, fue el único que pudo encarar al esloveno, aunque solo le alcanzó para lograr el segundo puesto y cediendo mucho tiempo; recordemos que no tuvo el tiempo suficiente para recuperarse de la terrible caída que tuvo en Itzulia en abril. Así mismo, la ausencia de Evenepoel luego de dominar las dos pruebas olímpicas, carrera y contrarreloj, es sensible para la ronda ibérica.
Con este panorama, los candidatos están por el lado de Primoz Roglic, Sepp Kuss y Joao Almeida. A estos tres ciclistas los ubico en un primer escalón; seguramente serán los grandes animadores de La Vuelta. Sin embargo, es una gran incógnita el estado de estos tres ciclistas y si podrán responder al favoritismo. Creo que el máximo candidato es el esloveno, quien busca su cuarta ronda ibérica pero, por lo visto en el Tour antes de su caída, se encontraba en el nivel de los mortales.
En un segundo escalón de opcionados se encuentran Mikel Landa, Carlos Rodríguez y Daniel Felipe Martínez. En el caso del colombiano todo dependerá de las indicaciones de su equipo y del rol que deba asumir para apoyar a Roiglic a conseguir el título. Tendrán que ir avanzando las etapas para conocer realmente cual será su condición dentro de la carrera.
Con este abanico de aspirantes al título se espera una Vuelta muy disputada y no con la monotonía que tuvimos en las otras grandes de esta temporada, especialmente porque esta carrera tendrá pocos kilómetros de contrarreloj. Son solo dos cronos: la primera, el prólogo de doce kilómetros, y la última, un recorrido de 24,6 kilómetros que podría definir el título. Con este panorama, corredores como Landa y Rodríguez tienen buenas opciones de disputar la carrera, ya que no son grandes especialistas frente al reloj y se podrían defender bien ahí.
El recorrido cuenta con cinco etapas de media montaña y ocho de alta montaña, que seguramente irán dictando el camino de la gloria y seleccionando a los mejores corredores. Como sabemos, la carretera es la que se encarga de poner a cada uno en su lugar, especialmente este año con tantos animadores y sin los extraterrestres del ciclismo mundial. Disfrutaremos una vuelta muy pareja y con opciones para un grupo importante de corredores que lucharan por conseguir la gloria.
No contar con esas tres grandes figuras le va a dar a la carrera algo muy interesante, y es que tendremos la posibilidad de ver la dimensión de otros pedalistas y su capacidad para estar al frente de una grande sin verse opacados por el gran favoritismo que se presenta cuando están Pogacar, Vingegaard y Rempo. Podremos ver a todos ciclistas atacando, no solo defendiéndose como sucede cuando están estos tres; así que seguramente volveremos a tener una gran carrera, más parecida a las que se veían antes que se presentara del dominio de Tadej y Jonas en el ciclismo mundial.
No sería loco, por lo tanto, soñar con otra gran actuación de Dani Martinez. Eso sí, dependerá del papel que tenga dentro del equipo y de la respuesta de Roglic. Ojalá se pueda dar y el colombiano esté para dar la pelea; sería un año maravilloso para él.