La celebración le costó un ojo de la cara
En una de las historias deportivas más bellas del año, el eritreo Biniam Girmay se convirtió en el primer ciclista de raza negra que gana una etapa de una gran vuelta. El eritreo se impuso en el embalaje de la décima etapa al gran Mathieu van der Poel.
En la efusividad de la celebración, Girmay no tuvo la suficiente precaución al abrir la botella de champaña que le dieron en el podio. El corcho salió disparado e impacto directamente en su ojo izquierdo.
Se esperaba que el incidente no pasara de ser una anécdota que acompañaría su heroica victoria, pero el traumatismo fue grave. El embalador debió ser trasladado a un hospital, y el diagnóstico médico lo llevó a retirarse de la carrera.
“Hay una hemorragia en la cámara anterior del ojo izquierdo de Biniam Girmay», declaró Piet Daneels, el médico de su equipo, el Intermarché Wanty-Gobert, quien también transmitió tranquilidad al decir que «la evolución de su lesión va bien».
«Con el objetivo de minimizar el riesgo de expansión hemorrágica y de presión intraocular, se recomienda mucho evitar las actividades intensivas. Nuestra prioridad es una recuperación completa de la lesión, y es por eso por lo que hemos decidido, de acuerdo con el corredor y la dirección deportiva, que Biniam no se presente en la salida de la undécima etapa”, expresó el doctor.
Girmay resigna posibilidades de conseguir alguna otra victoria de etapa y pelear por la maglia ciclamino, pues con su triunfo del martes había quedado a solo tres puntos del líder de esta clasificación, el francés Arnaud Démare.
